SANTO DOMINGO, R.D. – La presidenta del Consejo Directivo de ProCompetencia, María Elena Vázquez Taveras, afirmó que la reciente modificación a la Ley 340-06 sobre Compras y Contrataciones Públicas es un paso significativo en la lucha contra la corrupción y la colusión entre empresas. La funcionaria ofreció estas declaraciones en el programa El Despertador.
Vázquez Taveras explicó que, si bien ProCompetencia ya tenía facultades para sancionar, la reforma a la ley de contrataciones establece de forma más clara los mecanismos de coordinación entre instituciones para prevenir y sancionar acuerdos ilícitos entre oferentes. «La colusión cuando dos o más agentes económicos se ponen de acuerdo para manipular los procesos de compras públicas ya está siendo sancionada. De hecho, el año pasado emitimos la primera sanción por este delito», precisó.
La presidenta de ProCompetencia detalló que su institución interviene cuando existen alertas o evidencias de manipulación en las licitaciones, mientras que la Dirección General de Compras y Contrataciones (DGCP) es responsable de la depuración de oferentes durante el proceso activo. Vázquez Taveras destacó la coordinación entre ProCompetencia, la DGCP y la Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental. Esta colaboración ha permitido capacitar a más de 700 oficiales de ética y comités de compras, mejorando así la detección de irregularidades.
Además, se han implementado herramientas como un Observatorio de Condiciones de Competencia y el uso de inteligencia artificial para analizar bases de datos y detectar patrones que evidencien prácticas anticompetitivas.
En cuanto a las sanciones, la Ley 42-08 establece multas de 200 a 3,000 salarios mínimos. Sin embargo, se ha propuesto que estas se calculen en base a un porcentaje del volumen de ventas del infractor. La nueva ley de compras también introduce sanciones penales para la colusión, involucrando al Ministerio Público en los procesos judiciales.
La funcionaria enfatizó el cambio cultural que representa penalizar acuerdos entre empresas que, históricamente, eran vistos como prácticas normales.