CUSCO, PERÚ.— El transporte de turistas hacia Machu Picchu, una de las maravillas arqueológicas más importantes del mundo, se reanudó este miércoles después de que los pobladores locales anunciaran la suspensión temporal de su protesta en la vía férrea, abriendo una puerta al diálogo con las autoridades.
Las visitas al sitio, Patrimonio de la Humanidad desde 1983, se vieron afectadas desde el lunes por los bloqueos de manifestantes que exigían la salida de una empresa de transporte terrestre cuya concesión de 30 años había expirado.
Cientos de turistas afectados por los bloqueos
Las protestas provocaron la interrupción del servicio de trenes y autobuses hacia la ciudadela inca, afectando a miles de visitantes. Al menos 2,300 turistas, entre peruanos y extranjeros, tuvieron que ser evacuados o salir por sus propios medios. Los choques entre manifestantes y la policía dejaron a 14 oficiales lesionados, según un balance oficial.
La compañía PerúRail, que opera la ruta de trenes, anunció en un boletín el «reinicio de sus operaciones», permitiendo el flujo de visitantes a un sitio que recibe un promedio de 4,500 personas por día.
Se abre una ventana de diálogo
La tregua, que se extenderá hasta el próximo sábado, fue mediada por la Defensoría del Pueblo con el fin de facilitar un proceso de diálogo «en el marco del respeto y la paz social», según un comunicado del Comité de Lucha del Distrito de Machu Picchu.
Los manifestantes, que forman parte del Frente de Defensa de los Intereses de Machu Picchu, exigen que una empresa local, conformada por comunidades campesinas, asuma el servicio de autobuses para el transporte de turistas. La resolución de este conflicto dependerá de las conversaciones que se lleven a cabo en los próximos días, con la esperanza de que el consenso ponga fin a la crisis.






