Washington.- La Casa Blanca ha acogido la visita del Presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, subrayando el compromiso inquebrantable de Estados Unidos en apoyo al pueblo ucraniano en su resistencia contra la brutal invasión rusa, según informa nuestro corresponsal en Washington, Guillaume Naudin.
A pesar de este firme respaldo por parte de la administración presidencial, se evidencian divergencias en otras esferas, especialmente en el Congreso. La semana pasada, el Senado rechazó la solicitud del Presidente de financiamiento adicional para las necesidades de seguridad nacional de Estados Unidos el próximo año, que incluía una asignación de más de 60.000 millones de dólares destinados a Ucrania.
Los senadores republicanos han dejado claro que no respaldarán financiamiento adicional a menos que se tomen medidas en la frontera sur de Estados Unidos para gestionar de manera más efectiva los flujos migratorios. Aunque el presidente Joe Biden expresa su disposición a dialogar, advierte que, de no haber una votación antes de fin de año, los fondos se agotarán.
Además de la reunión en la Casa Blanca y una conferencia de prensa, Zelenski se reunirá personalmente con senadores, incluido JD Vance, un senador de Ohio. Vance, afín al ex presidente Trump, recientemente sugirió la posibilidad de que Ucrania ceda territorio a Rusia, generando controversia.
Mientras Estados Unidos reitera su compromiso de respaldo a Ucrania, las fuerzas ucranianas en el terreno enfrentan desafíos significativos. La falta de recursos y apoyo occidental está provocando pérdidas territoriales ante la avanzada rusa, según informa nuestro corresponsal en Kiev, Stéphane Siohan.
La tercera brigada de asalto del ejército ucraniano, procedente de los veteranos del regimiento Azov, enfrenta dificultades debido a la falta de equipamiento, tropas y apoyo. A pesar de haber recuperado terreno en la región de Bajmut durante el verano, la escasez de proyectiles y tropas frescas ha debilitado la posición ucraniana.
En Kiev, los contactos militares expresan su preocupación por la falta de preparación en líneas de fortificación ante una posible incursión rusa. La comunidad militar y voluntarios instan a Occidente a proporcionar no solo fondos, sino también material y armas esenciales para la resistencia ucraniana.