A menudo, pensamos que meter los alimentos en la nevera es suficiente para mantenerlos seguros. Sin embargo, una mala organización y un almacenamiento incorrecto pueden tener consecuencias graves para nuestra salud. Bacterias peligrosas como la E. coli y la Salmonella pueden desarrollarse incluso a bajas temperaturas, causando enfermedades transmitidas por alimentos que afectan especialmente a niños, adultos mayores, mujeres embarazadas y personas con sistemas inmunológicos débiles.
Aprender a identificar, almacenar y desechar correctamente los alimentos no solo ayuda a prevenir intoxicaciones, sino que también prolonga la vida útil de la comida, minimiza el desperdicio y te permite ahorrar dinero en tu presupuesto familiar.
Claves para una refrigeración eficaz
La eficacia de tu refrigerador depende de cómo lo organizas. No todas las zonas tienen la misma temperatura.
- Puerta: Es la zona menos fría, ideal para productos menos perecederos como bebidas, salsas y mermeladas.
- Estantes superiores y centrales: Son áreas más frías, perfectas para lácteos, embutidos y comidas ya cocinadas.
- Estante inferior: Es la zona más fría, por lo que es ideal para guardar carnes crudas.
- Cajón inferior: Ofrece mayor humedad, lo que lo hace perfecto para frutas y verduras.
Es vital usar recipientes cerrados o envolver los alimentos en papel plástico para evitar la contaminación cruzada. En el congelador, los alimentos deben estar en porciones pequeñas y en envases herméticos, etiquetados con la fecha para poder controlar su frescura.
La tecnología moderna, como la de las neveras Bespoke AI de Samsung, puede ayudarte a mantener todo bajo control. Por ejemplo, su sistema AI Vision Inside 2.0 puede reconocer hasta 50 productos y alertarte en la pantalla táctil cuando un alimento está a punto de caducar. Incluso puede sugerir recetas o agregar productos a tu lista de compras cuando se terminan.
Consejos adicionales para el cuidado de tus alimentos
- No sobrecargues la nevera ni pegues los alimentos a las paredes. Esto obstruye la circulación del aire frío y afecta la temperatura interna.
- Limpia el interior de tu electrodoméstico cada semana o cada quince días.
- Ajusta la temperatura de tu refrigerador entre 3 y 5°C y la del congelador a -18°C.
- Refrigera rápidamente los alimentos cocinados; no deben permanecer a temperatura ambiente por más de dos horas.
Una nevera bien organizada no solo es un reflejo de orden en tu hogar, sino una pieza clave para una vida más saludable y eficiente.