WASHINGTON, D.C. – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el influyente empresario tecnológico Elon Musk mantuvieron una conversación telefónica la noche del lunes con el objetivo de aliviar la creciente tensión entre ambos, según reportaron este miércoles varios medios estadounidenses, incluido The New York Times.
La llamada, iniciada por Musk, se produjo después de una serie de contactos privados que el magnate sostuvo el pasado viernes con el vicepresidente JD Vance y la jefa de gabinete de la Casa Blanca, Susie Wiles. Estos encuentros tuvieron como objetivo principal resolver el conflicto surgido en torno al proyecto fiscal y presupuestario impulsado por la administración republicana.
Horas después de la conversación telefónica, Musk publicó un mensaje en su red social X (antes Twitter), en el que reconoció que algunas de sus recientes declaraciones públicas dirigidas a Trump «fueron demasiado lejos» y expresó su disposición a «dejar atrás las diferencias por el bien de los grandes desafíos del país».
Del enfriamiento al acercamiento: Trasfondo de la tensión
Aunque Musk había dado señales de reconciliación en días previos, Trump se había mostrado inicialmente indiferente, restando importancia al conflicto con declaraciones como «Ni siquiera estoy pensando en él» la semana pasada. Sin embargo, fuentes cercanas al Gobierno revelaron que asesores de ambas partes habían trabajado discretamente durante semanas para reducir la tensión.
El distanciamiento entre Trump y Musk se había profundizado tras la renuncia de Musk a su rol en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) y sus críticas abiertas al plan fiscal aprobado por la Cámara de Representantes. En respuesta, Trump llegó a amenazar con revisar los contratos federales de las empresas de Musk, en particular SpaceX, que mantiene acuerdos clave con la NASA y el Pentágono.
La portavoz presidencial, Karoline Leavitt, confirmó este miércoles que no se ha llevado a cabo ninguna revisión de contratos contra las empresas del magnate y valoró positivamente el gesto conciliador de Musk. «Trump reconoce y agradece la declaración de Elon de esta mañana. Seguimos centrados en los asuntos del pueblo estadounidense”, declaró brevemente.
La relación entre Donald Trump y Elon Musk, que durante los primeros años del actual mandato fue cercana y cooperativa, parece así encaminarse hacia una fase de distensión. No obstante, fuentes políticas advierten que las diferencias ideológicas y estratégicas podrían resurgir si se reabre el debate sobre gasto público, energía o regulación tecnológica.