SANTO DOMINGO, R.D. – La República Dominicana se está consolidando como una alternativa estratégica clave para las empresas estadounidenses que buscan reducir costos, diversificar sus cadenas de suministro y mitigar las tensiones comerciales globales. Este auge manufacturero en el país caribeño se debe a una combinación de factores atractivos que incluyen su estabilidad política, cercanía geográfica con Estados Unidos, mano de obra calificada y un robusto sistema de zonas francas, según un reciente reportaje de la cadena estadounidense CNN.
El sector manufacturero dominicano ha experimentado un crecimiento acelerado en los últimos años. Datos de la Fundación de Innovación en Tecnología e Información (ITIF), citados por CNN, revelan que cerca del 20% de la inversión extranjera directa (IED) se dirige ahora a este sector, solo superado por el turismo. De hecho, la IED total en el país aumentó un 7.1% el último año, captando un impresionante 41% de toda la IED que llegó a Centroamérica, de acuerdo con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
Zonas francas y ventaja geográfica, claves del éxito
Uno de los pilares fundamentales de este crecimiento es el régimen de zonas francas, donde opera el 60% de la manufactura nacional. Estas áreas especiales, con casi 50 años de existencia, ofrecen incentivos fiscales considerables, incluyendo exenciones en el impuesto sobre la renta, impuestos locales y algunos impuestos sobre exportaciones e importaciones. Actualmente, existen 92 zonas francas activas que albergan a más de 850 empresas.
Stephen Ezell, vicepresidente de política global de innovación de ITIF, destacó que «esencialmente, las zonas francas de la República Dominicana operan un conjunto de servicios ‘llave en mano’ que facilitan y agilizan hacer negocios en el país».
La ventaja geográfica es igualmente crucial. Un buque tarda solo tres días en llegar desde República Dominicana a Miami y cinco días a Nueva York, lo que contrasta drásticamente con las tres a seis semanas que toma un contenedor desde Asia a la costa este de EE. UU. Adicionalmente, el país tiene planes de expandir su infraestructura portuaria en el norte para acortar aún más los tiempos de envío.
Grandes corporaciones globales como Hanes, Timberland, Cardinal Health, Eaton Corporation y Rockwell Automation ya operan fábricas en territorio dominicano. Recientemente, la estadounidense World Emblem, el mayor fabricante mundial de parches textiles, anunció la construcción de una planta de 100,000 pies cuadrados en el país. Randy Carr, CEO de World Emblem, explicó que la decisión se tomó tras el impacto de los aranceles estadounidenses a México y China, y que los salarios son un 30% más bajos que en México. La empresa estima un ahorro de millones de dólares anuales y planea trasladar hasta el 35% de su producción a la isla.
Desafíos y visibilidad
A pesar del notable crecimiento, el sector manufacturero enfrenta ciertos límites, como la escasez de terreno disponible para nuevas zonas francas y una fuerza laboral relativamente pequeña (5.41 millones de personas, según la CIA). Sin embargo, el gobierno ha respondido invirtiendo en capacitación técnica y educación enfocada en manufactura, especialmente dentro de las zonas francas.
Para Marino Auffant, consultor en desarrollo público-privado, el principal obstáculo no es la capacidad del país, sino la falta de visibilidad. “Creo que eso lleva a muchas empresas a irse a otros lugares más por falta de conocimiento de la historia de éxito de la fabricación”, señaló. Curiosamente, el CEO de World Emblem confesó que conoció la República Dominicana como destino manufacturero ¡a través de ChatGPT!