Ciudad del Vaticano. – En un gesto cargado de simbolismo y reverencia, el papa León XIV visitó este sábado la tumba del papa Francisco, fallecido el pasado 21 de abril, apenas dos días después de ser elegido jefe de la Iglesia católica.
La visita se llevó a cabo en la basílica Santa María la Mayor de Roma, donde descansan los restos del pontífice argentino. Según confirmó una fuente vaticana a la agencia AFP, León XIV quiso rendir homenaje a su predecesor y honrar su legado espiritual y pastoral.
Horas antes, el nuevo papa —de origen peruanoestadounidense y miembro de la Orden de San Agustín— pronunció un discurso ante el Colegio de Cardenales, en el que se presentó como un “humilde siervo de Dios” y expresó su deseo de seguir el camino trazado por Francisco, especialmente en cuanto a la cercanía con los más vulnerables y la renovación de la Iglesia.
Durante la misma jornada, León XIV también realizó una visita a la basílica de Nuestra Señora del Buen Consejo, en Genazzano, a unos 50 kilómetros al sureste de Roma, reforzando su intención de iniciar su pontificado con gestos de devoción y unidad.
Con estos primeros actos públicos, el papa León XIV comienza a delinear un pontificado marcado por el respeto a la continuidad, la espiritualidad agustiniana y la proyección internacional de la Iglesia.