El papa Francisco ha sido diagnosticado con neumonía en ambos pulmones, una complicación que agrava su estado de salud tras haber sido hospitalizado el pasado viernes por una bronquitis persistente.
El Vaticano informó este miércoles que el pontífice “tuvo una noche tranquila, se despertó y desayunó”, destacando que se encuentra de buen ánimo a pesar de su condición. Sin embargo, su recuperación sigue siendo un desafío debido a su edad y antecedentes médicos.
¿Qué significa el diagnóstico de neumonía para el papa?
La neumonía es una infección que inflama los pulmones y puede afectar gravemente a personas mayores de 65 años. En el caso del papa Francisco, su estado genera especial preocupación, ya que perdió parte de su pulmón derecho en su juventud.
Si bien los médicos aseguran que esto no compromete necesariamente su recuperación, advierten que su movilidad reducida y el uso de una silla de ruedas podrían ser indicios de fragilidad, aumentando el riesgo de complicaciones.
Tratamiento y pronóstico
El equipo médico que atiende al papa en el hospital Gemelli de Roma ha intensificado los tratamientos con antibióticos, oxígeno suplementario, fisioterapia torácica y cuidados de enfermería para ayudar a eliminar los fluidos de sus pulmones y mejorar su capacidad respiratoria.
Los especialistas estiman que los casos severos de neumonía suelen tratarse entre una y dos semanas, pero en pacientes de edad avanzada, la recuperación podría extenderse aún más.
El próximo desafío será monitorear su evolución en los próximos días, esperando que su estado no se deteriore y que responda favorablemente al tratamiento.