Santo Domingo. – A pesar de los avances logrados en los últimos años, la alfabetización continúa siendo un desafío en la zona fronteriza de la República Dominicana. Un reciente estudio publicado por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo revela que el 17.7% de la población en las provincias fronterizas —Santiago Rodríguez, Dajabón, Bahoruco, Independencia, Montecristi, Pedernales y Elías Piña— no sabe leer ni escribir, cifra que supera ampliamente el promedio nacional, situado en 11%.
El problema se agrava en las zonas rurales, donde el índice de analfabetismo alcanza el 28%, frente al 12.8% registrado en áreas urbanas dentro de la misma franja territorial.
“La población adulta y adulta mayor presenta las mayores limitaciones en términos de lectoescritura”, indicó el ministerio, que también alertó sobre los impactos del fenómeno en adultos en edad productiva, de entre 20 y 55 años, donde las tasas oscilan entre un 12% y un 20%.
El informe destaca, no obstante, una mejora sostenida en los últimos 12 años. Entre 2010 y 2022, la proporción de personas sin habilidades básicas de lectura y escritura en la zona fronteriza descendió de 28.1% a 17.2%, lo que representa una reducción de 10.9 puntos porcentuales.
Pedernales encabeza el avance regional, con una disminución del analfabetismo de 21.5 puntos, siendo la provincia con el mayor progreso en este aspecto.
A pesar de esta mejora, el estudio señala que Elías Piña e Independencia continúan registrando los mayores índices de analfabetismo, lo que evidencia una persistente brecha territorial en el acceso a la alfabetización.
Impacto más allá de lo educativo
Según el Ministerio de Economía, las limitaciones en lectoescritura trascienden el ámbito educativo, afectando directamente la inserción laboral, el acceso a programas gubernamentales, la participación ciudadana y la incidencia en la toma de decisiones comunitarias.
“Esta brecha educativa tiene un impacto directo en diversas dimensiones, desde la empleabilidad hasta la participación democrática”, subrayó la institución.
El estudio recomienda al Estado fortalecer las políticas de educación y capacitación, con énfasis en programas inclusivos para adultos, así como mejorar la calidad educativa en los primeros niveles de formación escolar.
También se propone diseñar estrategias que fomenten la permanencia escolar, especialmente en las provincias más rezagadas, y adaptar los programas de alfabetización a las realidades sociales y culturales de las comunidades fronterizas.
“Esto sería clave para reducir las desigualdades y mejorar las condiciones de vida en la región”, concluye el informe.