El Papa Francisco, de 88 años, ha mostrado una leve mejoría tras ser hospitalizado en el Policlínico Gemelli de Roma debido a una neumonía bilateral. Según el último informe del Vaticano, el Pontífice pasó la noche “tranquilamente” y desayunó en un sillón, indicando una evolución favorable en su estado de salud.
En medio de las preocupaciones por su salud, ha resurgido la información de que, al inicio de su pontificado en 2013, Francisco firmó una carta de renuncia destinada a ser efectiva en caso de que una afección médica grave le impida desempeñar sus funciones. Esta carta fue entregada al entonces secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone. En una entrevista de 2022, el Papa explicó: “Creo que el ministerio petrino es ad vitam y, por tanto, no veo condiciones para una dimisión. Las cosas cambiarían si se produjera un impedimento físico grave”.
A pesar de su delicado estado de salud, el Papa ha mantenido su sentido del humor y continúa con algunas de sus actividades diarias desde el hospital. La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien lo visitó recientemente, afirmó: “Estoy muy contenta de haberlo encontrado alerta y despierto. Hemos bromeado como siempre. No ha perdido su proverbial sentido del humor“.
La comunidad católica mundial permanece atenta a la evolución de la salud del Papa Francisco, mientras las autoridades eclesiásticas se preparan para cualquier eventualidad, recordando el precedente de la renuncia de Benedicto XVI en 2013 por motivos de salud.