En el 211 aniversario del nacimiento de Juan Pablo Duarte, recordamos la férrea oposición del Padre de la Patria a los planes proteccionistas y anexionistas que amenazaban la independencia de la República Dominicana.
Desde la gestación misma de la nación en 1844, Duarte se opuso a cualquier intento de entregar el territorio nacional a potencias extranjeras como Francia, España, Estados Unidos o Inglaterra.
Su propuesta de Constitución o Ley Fundamental establecía claramente que la República Dominicana debía ser «libre e independiente de toda dominación, protectorado, intervención e influencia extranjera» y no debía ser «parte integrante de ninguna otra nación». A lo largo de su vida, Duarte mostró fidelidad a esta visión y luchó incansablemente por la separación definitiva del gobierno haitiano y por una nación libre de toda dominación extranjera.
En 1845, Duarte se opuso valientemente a la intención de ceder la península de Samaná a potencias extranjeras, mostrando una honradez inquebrantable. Incluso tras su destierro y durante su exilio, no dudó en regresar a la República Dominicana en 1864 para unirse al Gobierno Restaurador, a pesar de que este se alzaba contra la tierra de origen de su padre.
En una carta al ministro de Relaciones Exteriores en 1865, Duarte rechazó tanto a proteccionistas franceses como a anexionistas americanos y españoles, protestando enérgicamente contra cualquier intento de menoscabar la independencia nacional o cercenar el territorio dominicano. Su legado sigue siendo un recordatorio de la importancia de la independencia y la defensa de la soberanía nacional.