SANTO DOMINGO, REPÚBLICA DOMINICANA. – En un contexto de creciente preocupación por el calentamiento global, el concepto de estilo de vida sostenible ha cobrado gran relevancia, extendiéndose incluso al ámbito culinario. La conmemoración del Día Mundial de la Gastronomía Sostenible, cada 18 de junio, ofrece una oportunidad ideal para profundizar en esta práctica fundamental.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la «gastronomía sostenible es sinónimo de una cocina que tiene en cuenta el origen de los ingredientes, cómo se cultivan y cómo llegan a nuestros mercados y a nuestros platos». Esta aproximación no solo busca la eficiencia en el uso y conservación de los recursos naturales, sino también la protección y mejora de los medios de vida rurales, promoviendo la equidad y el bienestar social, principios descritos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Adoptar esta forma de vivir en la cocina es siempre un buen momento. A continuación, te compartimos tres claves esenciales para sumarte a la gastronomía sostenible:
1. El origen de tus alimentos: Prioriza lo local y cercano.
La rapidez de nuestro estilo de vida contemporáneo es, en gran medida, responsable de muchos de los desequilibrios actuales. Si deseas migrar hacia la gastronomía sostenible, es fundamental crear el hábito de preferir alimentos cultivados en tu propio país. Aún mejor, opta por productos de zonas próximas a donde consumes.
Esta elección no solo apoya directamente a los productores locales, sino que también reduce significativamente el gasto de combustible asociado al transporte de alimentos, disminuyendo la huella de carbono. Una iniciativa aún más ambiciosa y beneficiosa sería animarse a iniciar tu propio huerto en casa, respaldando directamente esta filosofía.
2. La programación es vital: Combate el desperdicio alimentario.
Numerosos chefs y asesores de economía familiar coinciden en la importancia de ir al supermercado con una lista de compra bien definida. Esta práctica es crucial para evitar adquirir lo que no se necesita, lo cual se traduce en una reducción de costos y, de manera fundamental, en una disminución de los desperdicios alimentarios.
La reducción del desperdicio es uno de los pilares de la sostenibilidad en la cocina. La mala administración, tanto a nivel individual como social, es una de las principales causas del desequilibrio que actualmente vivimos, contribuyendo a que más personas carezcan de alimentos y al aumento de los gases de efecto invernadero debido a todo lo que se desecha.
3. El consumo de frutos de temporada: Sabor y respeto ambiental
En el aspecto gastronómico, consumir frutos de temporada te beneficiará doblemente. Por un lado, disfrutarás de una mayor intensidad y frescura en el sabor, ya que es probable que estos productos no provengan de invernaderos.
Por otro lado, la producción de productos de temporada es mucho más coherente con su ciclo natural de crecimiento, lo que la hace intrínsecamente más respetuosa con el medio ambiente. Al apoyar estos ciclos naturales, se reduce la necesidad de recursos adicionales y prácticas intensivas que pueden ser perjudiciales para el ecosistema.