SANTO DOMINGO, RD. – Tras varios meses de adaptación a una «nueva normalidad», los hábitos en casa han cambiado, y una de las mayores preocupaciones para los padres es la excesiva exposición de los niños a las pantallas y dispositivos móviles. Si bien la tecnología ha sido un salvavidas para la conexión social y la educación, su uso desmedido puede tener consecuencias significativas en el estado de ánimo, la salud física y emocional de los menores.

Expertos advierten que, aunque internet nos ha permitido mantenernos conectados con familiares, asistir a «zoompleaños» o continuar la educación a distancia, esta «dieta digital» excesiva exige que los padres presten especial atención no solo al contenido que consumen sus hijos, sino también a su seguridad en línea.

A continuación, te presentamos 10 consejos prácticos para lograr una paulatina desconexión digital en los niños, sin añadir estrés al día a día familiar:

Consejos prácticos para una desconexión digital saludable.

1. Establece un Lugar para Ver las Pantallas: Designa zonas sociales del hogar, como la sala o el comedor, para el uso de pantallas. Esto evita asociar la soledad con los dispositivos y fomenta una personalidad más conectada con la realidad.

2. Activa el Control Parental en los Dispositivos: Nunca dejes un dispositivo con acceso a internet sin antes asegurar que los controles parentales estén configurados. Es una medida de seguridad tan fundamental como no dejar a un niño caminar solo por una calle concurrida.

3. Elige Contenido Adecuado para su Edad: Antes de que el niño acceda a una serie, película o aplicación, verifica que el contenido sea apropiado para su edad. Evita que se expongan a temas para los que no están psicológicamente preparados. Siempre que sea posible, comparte la actividad de ver o jugar juntos.

4. Involúcralos en las Tareas del Hogar: Asignar tareas domésticas aptas para su edad y capacidad (recoger juguetes, tender la cama, poner la mesa) es una excelente manera de alejarlos de las pantallas. Les enseña responsabilidad y los hace sentir importantes al colaborar con la familia.

5. Motiva la Lectura: Empieza por leerles sus libros favoritos unos minutos cada día. Poco a poco, su amor por la lectura crecerá. Puedes organizar un club de lectura familiar o un «challenge» de lectura con pequeños premios para los niños más pequeños.

6. Une el Tiempo de Pantalla a una Actividad Física: Busca videos de ejercicios aeróbicos, clases de cocina por Zoom o videojuegos que requieran movimiento (bailes, deportes). Hay muchas opciones de videojuegos para disfrutar en familia. Es beneficioso para su salud y, si te sumas, fortalece los lazos familiares de manera divertida.

7. Dialoga con Ellos Abiertamente: Explícales la importancia de tener un tiempo para todo, de realizar actividades en su momento y espacio, y de los límites que deseas establecer con el uso de pantallas. Adapta tu discurso a su edad y entendimiento, siendo siempre coherente y constante. Para los mayores, es vital que comprendan la responsabilidad al publicar contenido y con quién interactúan en línea, así como tu rol de protección.

8. Acepta la Resistencia: Limitar el tiempo de ocio digital es un desafío para todos, y aún más para las mentes inmaduras y fácilmente cautivables de los niños. Sé comprensivo y dales tiempo para que los cambios sean aceptados. Afronta esto con expectativas claras y la actitud de «un día a la vez».

9. Dedica Tiempo al Juego Creativo: Proponte jugar al menos 5 minutos cada día a algo que incentive su imaginación y creatividad. Pueden ser rompecabezas, bloques de construcción o juegos de roles (policías, bomberos). Este tiempo podría convertirse en el favorito de tus hijos, ya que a los niños les encanta recibir atención de sus padres.

10. Predica con el Ejemplo: Cuando estén en la mesa para las comidas, en el tiempo de juego o lectura, no uses tu móvil. Tu ejemplo es mucho más poderoso que cualquier instrucción; los niños entienden mejor lo que ven que lo que se les dice.

Al disminuir paulatinamente el tiempo de conexión a los contenidos digitales, proteges a tus hijos de los trastornos ansiosos o depresivos causados por el exceso de pantallas, mejoras su descanso, evitas los perjuicios del sedentarismo (y, por ende, la obesidad) y proteges la calidad de su visión a largo plazo.

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