NACIONES UNIDAS— El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó este martes la transformación de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití (MSS), liderada por Kenia, en una Fuerza de Eliminación de Pandillas (GSF). Esta resolución, impulsada por Estados Unidos y Panamá, busca confrontar directamente a las bandas que controlan la mayor parte de Puerto Príncipe.
La votación resultó en 12 votos a favor, con 3 abstenciones (China, Rusia y Pakistán) y ningún voto en contra, marcando el inicio inmediato de su implementación.
Interrogantes clave de la nueva misión
La GSF, que tendrá un mandato inicial de 12 meses, presenta varias características y desafíos significativos:
1. Composición y financiamiento incierto
- Efectivos: La Fuerza contará con un máximo de 5,500 efectivos policiales o militares, asistidos por 50 civiles. Esto contrasta con los 970 miembros que alcanzó la MSS saliente.
- Financiación: El mayor interrogante es su financiación. La resolución especifica que el costo de personal será cubierto por «contribuciones voluntarias». La misión anterior, para la cual se presupuestaron $600 millones, apenas recaudó $115 millones.
2. Mandato y uso de la fuerza
- Coordinación vs. Independencia: El texto es contradictorio, ya que supedita las operaciones a la Policía Nacional de Haití (PNH), pero también le permite actuar de forma «independiente» para neutralizar pandilleros.
- Preocupación por DD.HH.: La redacción que indica que la GSF actuará «conforme al derecho internacional y los derechos humanos, según proceda«, ha generado inquietud entre los colectivos pro derechos humanos, ante posibles vulneraciones en un país ya sumido en una crisis humanitaria.
- Elementos Militares: La intención de incorporar elementos militares genera preocupación en ONGs, ya que estos no están formados para lidiar con el complejo desafío de las bandas enraizadas en los barrios.
3. El Desafío de los menores pandilleros
La resolución reconoce la «dramática expansión» de las bandas, que se estima tienen alrededor de 5,500 pandilleros en total y cuentan con hasta un 50% de menores de edad en sus filas. El texto solo ofrece poco detalle sobre la remisión de niños detenidos a agentes de protección, sin especificar los exigidos programas de desarme y desmovilización.
Críticas y enfoque operativo
Rusia y China justificaron sus abstenciones con duras críticas. Rusia calificó la iniciativa como una «aventura peligrosa y mal planificada», mientras que China la atribuyó al «incumplimiento de compromisos iniciales» por parte de un «importante país» (en alusión a EE.UU.).
La GSF tendrá como prioridad la protección de «infraestructuras críticas y de tránsito», como el aeropuerto y los puertos, actualmente controlados por las pandillas. La nueva fuerza operará sin el sello de las misiones de paz propias de la ONU, aunque se coordinará con la recién creada Oficina de Apoyo de las Naciones Unidas en Haití (UNSOH) para la presentación de informes trimestrales de éxito.






