WASHINGTON, EE. UU. – El presidente Donald Trump ha incrementado los aranceles sobre el acero y el aluminio hasta el 50%, una decisión que intensifica la incertidumbre en las negociaciones comerciales con países clave y agrava las tensiones internacionales. Esta medida, justificada por Trump como necesaria para la «seguridad nacional», afecta a importantes exportadores y busca contrarrestar el «excedente a bajo precio» de estos metales en el mercado estadounidense.
La medida impacta directamente a grandes suministradores como Canadá, principal proveedor de ambos metales a EE.UU. Otros países productores de acero como México, Brasil, Corea del Sur y Vietnam también se verán afectados, al igual que China, el segundo mayor vendedor de aluminio a la economía estadounidense.
Trump argumentó que, si bien los gravámenes previos del 25% habían ofrecido un «sostenimiento crítico de los precios«, no han sido suficientes para que las industrias nacionales del acero y aluminio alcancen la capacidad de producción necesaria para su fortaleza y las necesidades de defensa. La orden ejecutiva subraya la intención de «socavar la competitividad de las industrias estadounidenses» por parte de países extranjeros.
Reacciones internacionales y desafíos diplomáticos
La decisión llega en un momento de crecientes desafíos para la política arancelaria de Trump, con obstáculos legales en tribunales estadounidenses y acusaciones a Pekín de vulnerar un acuerdo previo para rebajar temporalmente los gravámenes mutuos.
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China: Las autoridades chinas han rechazado la decisión de Trump, calificándola de «supresión extrema» y acusando a EE.UU. de violar el pacto de Ginebra, especialmente tras nuevas restricciones sobre chips y la cancelación de visados a estudiantes chinos. A pesar de esto, la Casa Blanca insiste en una posible llamada telefónica entre Trump y el presidente Xi Jinping para desbloquear la situación, aunque Pekín no se ha pronunciado al respecto.
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Unión Europea (UE): Bruselas ha lamentado el incremento de los aranceles. La medida surge poco después de una llamada entre Trump y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que había acercado posturas. El comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, tiene previsto reunirse este miércoles en París con el representante comercial estadounidense, Jamieson Greer, para avanzar en un nuevo marco comercial antes de que expire en julio la prórroga de los «aranceles recíprocos» que podrían gravar las importaciones de la UE con un recargo del 20%.
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México: El gobierno mexicano, cuya economía depende en gran medida de las exportaciones a EE.UU. (80% de sus exportaciones), pedirá ser excluido del arancel del 50% al acero y al aluminio, dado que es uno de los países más vulnerables a estas políticas.
Cabe destacar que el Reino Unido no se verá afectado por esta subida y sus aranceles se mantendrán en el 25%, en virtud de un acuerdo bilateral cuya revisión de cumplimiento está prevista para julio.
La situación se complejiza aún más con la alerta de la UE y EE.UU. sobre una creciente alianza militar entre Rusia, China y Corea del Norte, lo que añade otra capa de tensión geopolítica al panorama comercial.