SANTO DOMINGO.- En los últimos días, la sociedad dominicana ha sido sacudida por una escalofriante serie de hechos violentos en los que varias mujeres han sido acusadas de atentar brutalmente contra la vida de sus propios hijos. Los casos, que han generado indignación y preocupación a nivel nacional, revelan una alarmante falta de atención en la salud mental y un entorno sociocultural que podría estar influyendo en estas conductas atroces.
El caso de Moca: una madre acusada de apuñalar a su hija
El caso más reciente ocurrió este sábado en Moca, donde Pénelope Pérez, presuntamente, apuñaló a su hija de nueve años en la cabeza, dejándola gravemente herida. Según las primeras informaciones, el ataque se habría originado porque la niña olvidó realizar un mandado. La brutalidad del acto ha conmocionado a la comunidad y ha despertado una oleada de reacciones que exigen justicia y una revisión profunda de los factores que llevaron a este terrible suceso.
Violencia extrema en Sosúa: una madre detenida por mutilar a su hija
También este sábado, en Sosúa, Puerto Plata, fue arrestada otra mujer acusada de causar graves lesiones a su hija, también de nueve años. Según las autoridades, la madre utilizó un cuchillo para arrancar el cuero cabelludo de la niña y la sometió a una intensa violencia psicológica. Este caso fue confirmado por el procurador fiscal de Espaillat, Yorelbin Rivas, quien aseguró que la menor se encuentra bajo protección y recibiendo atención médica.
Horrores en el Residencial La Razón I: decapitación de una menor
El pasado jueves 15 de agosto, otro hecho perturbador sacudió al país cuando Ana Josefa Castillo Cuello, médico y miembro del Ejército de la República Dominicana, fue arrestada tras decapitar a su hija de seis años en el Residencial La Razón I. Fuentes cercanas a la investigación revelaron que la cabeza de la niña fue encontrada en el baño, mientras que el cuerpo estaba en la cocina. Este macabro incidente ha generado un debate sobre la salud mental y el estado de las fuerzas del orden para detectar y prevenir tales tragedias.
Un salto al vacío en medio de la desesperación
Días antes, el 12 de agosto, la joven Génesis Lugo, de 25 años, se lanzó al vacío desde el cuarto piso de su edificio, llevándose consigo a su hija de cinco años. La niña falleció en el acto, y la motivación detrás de este trágico suceso apunta a la presunta violación de la menor por parte de una tía. Se supo que la hermana de Lugo, quien está detenida en el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo Mujeres, habría cometido el abuso, lo que llevó a Lugo a una situación de desesperación extrema, según indicaron fuentes cercanas al caso.
Expertos alertan sobre la falta de intervención preventiva
Ante esta cadena de atrocidades, la neurocriminóloga y especialista en estrés del Centro Vida y Familia Ana Simó, Danel Nouel, ha señalado que estos hechos podrían estar relacionados con una «ignorancia o minimización de signos de alerta de posibles conductas violentas», así como una insuficiente intervención en salud mental y una carencia de psicoeducación para manejar situaciones traumáticas. Simó subraya que el entorno sociocultural también juega un papel crucial en el desarrollo de estas conductas violentas.
Estos casos, que han sacudido profundamente a la sociedad dominicana, revelan la necesidad urgente de fortalecer los sistemas de salud mental y protección infantil en el país, así como de una revisión profunda de los valores y el apoyo comunitario para evitar que tragedias como estas se repitan.