PARÍS, FRANCIA. – Reza Pahlavi, hijo del derrocado sah iraní, estimó este lunes que «el fin del régimen está cerca» en Irán, comparando el momento actual con la caída del Muro de Berlín. Sus declaraciones, realizadas a la AFP durante una visita a París, se producen en medio de una escalada de tensiones en Oriente Medio.
Pahlavi, de 64 años y príncipe heredero de la monarquía prooccidental depuesta en 1979 por la revolución islámica, afirmó que «este es nuestro momento Muro de Berlín» y que «ahora es el momento de comprometerse» con el pueblo iraní.
Llamado a no «lanzar un salvavidas» al régimen
La figura de la oposición iraní exiliada en Estados Unidos hizo un llamado explícito a Europa y Estados Unidos para que eviten «lanzar un salvavidas» al actual régimen del ayatolá Ali Jamenei (en el poder desde 1989) en forma de negociaciones. «Este régimen se está derrumbando (…) Puedes facilitarlo apoyando esta vez [al pueblo iraní], no lanzándole a este régimen otro salvavidas», sentenció Pahlavi.
Sin ofrecer detalles específicos, Pahlavi aseguró tener información de que Jamenei se encuentra en un búnker y que altos funcionarios, así como miembros de la familia del líder supremo, buscan formas de salir de Irán. «Según lo que tenemos ahora mismo, todavía está en un búnker en algún lugar y, desafortunadamente, usando a personas como escudo humano», afirmó el hijo del difunto sah Mohamad Reza Pahlavi.
El líder opositor también indicó haber recibido comunicaciones de miembros de las fuerzas de seguridad que expresarían su disposición a cambiar de bando y unirse a la oposición. «Están empezando a comunicarse con nosotros desde el ejército, desde el aparato de inteligencia (…) La gente lo verá de forma más tangible en los próximos días y semanas», aseguró, sin precisar la naturaleza de estos acercamientos.
Contexto de escalada y negociaciones nucleares
Las declaraciones de Pahlavi se enmarcan en un momento de alta tensión. Israel lanzó el 13 de junio un ataque masivo contra Irán con el objetivo de desmantelar sus capacidades militares y nucleares. Estados Unidos, aliado de Israel, se sumó al conflicto el domingo, bombardeando instalaciones nucleares en Isfahán y Natanz, así como la planta subterránea de enriquecimiento de uranio de Fordo.
Tras este ataque, Francia, Alemania y Reino Unido instaron a Teherán a «no emprender otras acciones que puedan desestabilizar la región» y a entablar negociaciones sobre su programa nuclear. Israel, Estados Unidos y otras potencias occidentales acusan a Irán de buscar armas nucleares, algo que Teherán niega.
Reza Pahlavi se mostró escéptico ante la posibilidad de nuevas negociaciones: «Me cuesta imaginar que un régimen que ha visto muy mermadas sus capacidades y ha sido prácticamente humillado esté de humor para más conversaciones». Cabe recordar que el 14 de julio de 2015, Irán firmó un acuerdo nuclear en Viena con potencias mundiales, que limitaba su programa a cambio de un alivio de sanciones. Sin embargo, la retirada de Estados Unidos del acuerdo en 2018, bajo la administración de Donald Trump, llevó a Irán a retirarse progresivamente de sus compromisos.