WASHINGTON D.C., EE. UU. – La decisión de la Administración Trump de cerrar la Agencia de Desarrollo Internacional de EE.UU. (USAID) podría tener consecuencias devastadoras, provocando hasta 14 millones de muertes adicionales para el año 2030, un tercio de las cuales serían en menores de cinco años. Así lo revela un nuevo estudio de ISGlobal, el primero en analizar el impacto a esta escala de dicha medida.
La investigación de ISGlobal advierte que esta drástica reducción en la ayuda humanitaria no solo afectaría a los países receptores, sino que también podría tener un «efecto bumerán» perjudicial para el propio Estados Unidos y otras naciones del Norte global. El estudio señala que la medida podría comportar un recrudecimiento de infecciones y un aumento significativo de las migraciones, generando desafíos sanitarios y sociales a nivel internacional.
Países europeos también recortan ayuda.
Mientras tanto, los países europeos se han abstenido hasta el momento de cubrir el vacío en la ayuda humanitaria dejado por la Administración Trump. Por el contrario, naciones como el Reino Unido, Francia, Países Bajos y Bélgica también han anunciado recortes en esta área, en parte para financiar un aumento en su gasto de defensa.
USAID es un actor clave en la cooperación internacional, y su posible disolución o recortes masivos tendrían un impacto profundo en programas de salud, educación y desarrollo en diversas regiones del mundo, afectando a las poblaciones más vulnerables.