El presidente Luis Abinader supervisó hoy el área de ensamblaje de los aviones militares TP-75 Dulus que realiza la Fuerza Aérea de República Dominicana (FARD). Además, recorrió las obras de ampliación de la pista de aterrizaje de emergencia de la Base Aérea de San Isidro, un proyecto que busca convertir la estación militar en un aeropuerto alterno de gran capacidad.
El TP-75 Dulus es una aeronave liviana concebida, ensamblada y operada íntegramente por talento dominicano, destacó el viceministro de Defensa para Asuntos Aéreos y Espaciales, mayor general técnico de aviación Carlos Ramón Febrillet.
«El Dulus no es un prototipo más, es una realidad operativa. Hemos pasado de ser consumidores de tecnología a ser productores de capacidades industriales alineadas a estándares internacionales», afirmó Febrillet.
Al menos cinco aviones Dulus ya han sido ensamblados y están operativos. Según Febrillet, se espera que otros diez estén listos para diciembre para sobrevolar y resguardar la frontera dominicano-haitiana, reforzando la vigilancia y defensa del país.
Desempeño internacional y formación de pilotos
El viceministro Febrillet subrayó que el TP-75 Dulus ha acumulado más de 1,055 horas de vuelo y ha sido fundamental en la formación de 33 pilotos dominicanos, incluyendo capitanes de nave, dictadores certificados y oficiales en entrenamiento.
La aeronave ha demostrado su destreza en condiciones extremas, participando en ferias internacionales como FIDAES 2024 en Chile y FAMES 2025 en México, además de una reciente exhibición en Río Negro, Medellín, Colombia.
Durante su travesía a Chile, el Dulus recorrió más de 4,000 millas, sobrevolando países como Brasil, Paraguay y Argentina, y alcanzando altitudes de hasta 20,000 pies para cruzar la Cordillera de los Andes. Superó retos meteorológicos en la selva amazónica y la Cordillera de los Andes, consumiendo apenas 240 galones de combustible (menos de USD$1,000). En su ruta a México, voló desde Santo Domingo hasta La Habana y luego a Ciudad de México con un consumo de solo 94 galones (menos de $500).
«Estas misiones confirman que el Dulus no solo puede operar con eficiencia, sino que ha superado estándares internacionales en condiciones reales y escenarios de alto riesgo», puntualizó Febrillet durante la presentación del área de ensamblaje.
Ampliación de pista y modernización de la base aérea
Con la ampliación de la pista de aterrizaje y la instalación de luces, el Gobierno busca convertir la Base Aérea de San Isidro en un aeropuerto externo (similar al Aeropuerto de Las Américas), capaz de recibir aeronaves de mayor capacidad con seguridad.
La Base Aérea ha estado bajo un proceso de modernización integral que incluye más equipamiento e infraestructura física. Entre las mejoras destaca una nueva torre de control de unos 30 metros de altura, cuya entrega está prevista para el 30 de agosto. El director del Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC), Igor Rodríguez, informó que esta torre está certificada para resistir vientos de categoría 5, dada la temporada de huracanes.
La inversión del IDAC en estos proyectos asciende a unos RD$650 millones, mientras que la ampliación de la pista y la iluminación representan aproximadamente RD$175 millones, con finalización esperada para octubre.
El presidente Abinader destacó la importancia de estos avances: «Todo este reforzamiento ayuda a la seguridad aérea y, principalmente en este caso, fortalece a la Fuerza Aérea dominicana con un aeropuerto completo, como no lo tenía antes. Es un aeropuerto alterno, que le da seguridad y nos eleva a la categoría del Aeropuerto Internacional de las Américas».
