El papa Francisco fue sepultado este sábado en la basílica de Santa María la Mayor en Roma, en una ceremonia íntima que marca el primer entierro de un pontífice fuera del Vaticano desde el papa León XIII en 1903, según confirmó la Santa Sede.
La inhumación tuvo lugar a las 13:30 horas locales (11:30 GMT) y fue presidida por el cardenal camarlengo Kevin Farrell, contando con la presencia de familiares del pontífice argentino y un reducido grupo de allegados, en consonancia con el deseo de sencillez expresado por Francisco durante su vida.
Un sepelio histórico y simbólico
Este hecho rompe con una tradición centenaria, ya que los papas han sido históricamente enterrados en las grutas vaticanas. Francisco, fiel a su estilo austero y cercano al pueblo, eligió descansar en un lugar emblemático de su pontificado: Santa María la Mayor, donde tantas veces acudió a rezar, incluso antes y después de sus viajes pastorales.
Ver esta publicación en Instagram