El sumergible Titán, que implosionó en junio de 2023 durante una inmersión hacia los restos del Titanic, experimentó problemas técnicos poco antes de la tragedia, según testificó Steven Ross, director científico de OceanGate, la empresa propietaria del sumergible.
Durante una audiencia ante la Guardia Costera de EE. UU., Ross relató que el sumergible presentó un mal funcionamiento días antes de la inmersión fatal, provocando que los pasajeros «se tambalearan» y que Stockton Rush, cofundador de la empresa y piloto del sumergible, chocara contra el mamparo.
El incidente ocurrió en junio de 2023, apenas unos días antes de la tragedia, y causó que se tardara una hora en sacar a la tripulación del agua. No está claro si se evaluó el casco del Titán después de este suceso. Esta información se dio a conocer durante la audiencia pública, parte de la investigación de la Guardia Costera sobre la causa de la implosión.
Mientras algunos testigos, como David Lochridge, exdirector de operaciones de OceanGate, describieron una empresa enfocada más en las ganancias que en la ciencia o la seguridad, Renata Rojas, especialista de misión de la compañía, ofreció una visión distinta.
En su testimonio, Rojas defendió la transparencia de la empresa y elogió a sus compañeros de trabajo, quienes, según ella, “solo estaban tratando de hacer realidad sus sueños”. Sin embargo, también admitió que la operación era de alto riesgo.
El panel escuchó que OceanGate, que suspendió sus operaciones tras la tragedia, no sometió al Titán a evaluaciones independientes, como es la práctica estándar en la exploración submarina. Este factor, junto con su diseño no convencional, ha generado escrutinio en la comunidad científica.
Un desenlace trágico
El 18 de junio de 2023, el Titán perdió contacto con su barco de apoyo, el Polar Prince, mientras descendía hacia el Titanic. Pocos días después, se encontraron restos del sumergible a unos 300 metros del naufragio. Los cinco ocupantes, incluyendo al piloto Stockton Rush, Hamish Harding, Paul-Henri Nargeolet, Shahzada Dawood y su hijo Suleman, fallecieron en la implosión.
La audiencia pública, que continuará la próxima semana, ha desatado un amplio debate sobre el futuro de la exploración submarina privada y las normas de seguridad en este tipo de operaciones.