DAJABÓN. La Dirección General de Migración (DGM) designó al teniente coronel del Ejército de República Dominicana, Jiménez Lora, como nuevo encargado del Centro de Interdicción Migratoria de Dajabón, en un contexto de intensificación de operativos contra migrantes haitianos en situación irregular en la zona fronteriza.
Jiménez Lora estará al frente de las operaciones de localización, detención y procesamiento de extranjeros indocumentados, en cumplimiento con las disposiciones de control migratorio vigentes. Según fuentes militares, el oficial ha tenido participación en operativos similares desarrollados en sectores como Friusa y Mata Mosquito, en la provincia La Altagracia.
Plazo de 5 días incrementa la tensión
La decisión se produce días después de que el alcalde de Dajabón, Santiago Riverón, diera un plazo de cinco días a migrantes haitianos en situación irregular para abandonar viviendas ocupadas en distintos sectores del municipio.
El jueves, el alcalde encabezó un operativo sorpresa en el parque Juan Luis Franco Bidó, donde fueron encontrados varios menores haitianos y un adulto durmiendo en condiciones precarias. Según testigos, uno de los niños logró escapar antes de ser retenido. Riverón justificó su accionar señalando que los migrantes “tienen el desorden en el territorio nacional”.
- “Hemos tenido que arreciar. Esto no puede seguir así”, declaró el edil a medios locales, al tiempo que advirtió que, si no se cumple el plazo, se solicitará la intervención directa de Migración y del Ejército.
Las imágenes del operativo mostraron a los menores siendo sostenidos por la ropa, situación que ha generado preocupación en sectores defensores de los derechos de la niñez, entre ellos el Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani), que ya ha advertido sobre la violación de protocolos establecidos en estos casos.
DGM intensifica control en la zona fronteriza
Con la designación de Jiménez Lora, se espera que la DGM refuerce sus acciones de interdicción en Dajabón, en coordinación con otras agencias del Estado, como parte de una política de control migratorio en puntos críticos de la frontera.
La medida se enmarca en un contexto regional complejo, marcado por la presión migratoria desde Haití y una creciente demanda de acciones más enérgicas por parte de algunos sectores sociales y políticos en la zona norte del país.