Levantarse temprano no solo mejora la productividad, también podría ser un factor determinante para gozar de una mejor salud física y mental. Así lo revela un estudio de 2012 realizado por los investigadores Renee Biss y Lynn Hasher, que concluye que las personas madrugadoras reportan un estado de ánimo diario más positivo en comparación con quienes prefieren acostarse tarde. Esta inclinación matutina, explican los autores, podría ser una de las razones por las que los adultos mayores suelen experimentar un mayor bienestar general.
Pero los beneficios de madrugar no terminan ahí. Otras investigaciones han encontrado una relación entre despertarse temprano y una rutina más constante de actividad física, así como una reducción en los trastornos del estado de ánimo. Además, los madrugadores presentan un menor riesgo de sufrir problemas cardíacos y metabólicos.
Por el contrario, quienes se consideran noctámbulos suelen mostrar patrones de comportamiento más sedentarios, presentan síntomas depresivos con mayor frecuencia y tienen más probabilidades de desarrollar enfermedades como la diabetes.