AHMEDABAD, INDIA. – Tras el devastador colapso del vuelo AI171 de Air India en Ahmedabad, que transportaba a 242 personas, se ha activado un riguroso protocolo de investigación internacional. El objetivo primordial es determinar las causas del accidente para prevenir futuros incidentes. Este complejo proceso, guiado por los manuales de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), puede extenderse por meses o incluso más de un año.
Liderazgo y colaboración internacional
La Oficina de Investigación de Accidentes de Aeronaves de la India (AAIB) es la autoridad principal responsable de la investigación, dado que el accidente ocurrió en su territorio. Sin embargo, no opera en solitario. El protocolo internacional de la OACI exige la participación de otros países clave:
- Estados Unidos: Como país de diseño y fabricación de la aeronave (un Boeing 787), un equipo de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de EE. UU. (NTSB), reconocida mundialmente, ya ha confirmado su viaje a la India para colaborar estrechamente en el proceso.
- India: Como país de la aerolínea, también tiene derecho a enviar representantes.
- Reino Unido: Cualquier otro país con un número significativo de víctimas, como el Reino Unido en este caso, también puede enviar delegados para asegurar una perspectiva integral y el acceso a la experiencia de expertos globales.
El Puzle Forense: Del fuselaje al ADN
En paralelo a la crucial recuperación de las cajas negras, los investigadores se embarcan en una meticulosa labor forense. Se documenta y mapea con precisión la distribución de todos los restos del fuselaje y componentes de la aeronave. El patrón de dispersión de los escombros y el grado de fragmentación ofrecen pistas vitales sobre la dinámica del impacto: si el avión se desintegró en el aire, si hubo una explosión o si impactó con la estructura relativamente intacta. Cada pieza es fundamental en este inmenso rompecabezas.
Al mismo tiempo, se ha activado el complejo protocolo de Identificación de Víctimas de Desastres (DVI). El ministro del Interior indio, Amit Shah, explicó que la identificación de las víctimas se realizará principalmente mediante pruebas de ADN, debido al devastador estado de los restos humanos tras un impacto de alta energía y el posterior incendio. Hasta el momento, se han recolectado más de 200 muestras, aunque aún faltan decenas de pruebas, principalmente de los pasajeros extranjeros, en su mayoría británicos.
El Informe Final: Un camino hacia la prevención
Una vez recuperados los registradores de vuelo y analizados todos los datos del lugar del siniestro, comienza la fase más prolongada y minuciosa de la investigación. Los expertos cruzan y validan la información de las cajas negras con los registros del control de tráfico aéreo, el historial de mantenimiento de la aeronave y su tripulación, y los datos meteorológicos del momento del accidente. Se pueden realizar simulaciones y pruebas en laboratorio de componentes específicos.
Aunque es posible que se emita un informe preliminar con los primeros hallazgos en unos meses, las normas internacionales establecen que la investigación debe completarse en un plazo de doce meses, siempre que sea factible. El objetivo final es la publicación de un informe público exhaustivo. Este documento detallará la cadena de fallos y las causas probables del accidente y, lo más importante, emitirá recomendaciones de seguridad específicas diseñadas para evitar que una tragedia similar vuelva a ocurrir.