A pocos días de la clausura oficial del año escolar 2024-2025, el Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (INABIE) ha confirmado que su Programa de Alimentación Escolar (PAE) fue fundamental para asegurar la permanencia de los estudiantes en las aulas. Esta política socioeducativa impacta a más de 7,000 centros educativos en todo el territorio nacional, consolidando uno de sus principales objetivos.
Según datos preliminares, el PAE alcanzó una cifra histórica este curso escolar, distribuyendo más de 1,120 millones de raciones alimenticias a nivel nacional. Este logro no solo benefició a niños, niñas y adolescentes del sistema educativo regular, sino que también se extendió a los adultos inscritos en el programa PREPARA (clases de fin de semana) y a los participantes de la iniciativa Oportunidad 14-24. La modalidad rural, que atiende a comunidades de difícil acceso, también garantizó la entrega de raciones, asegurando que ningún estudiante quedara excluido de una nutrición adecuada.
Frutas frescas y riguroso control de calidad
Una de las adiciones más significativas al PAE este año fue la inclusión de frutas frescas. Este componente es crucial por su aporte de vitaminas, minerales, fibra, antioxidantes y agua, elementos esenciales para el crecimiento físico, el desarrollo cognitivo y la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles como obesidad, diabetes e hipertensión.
El programa también se distinguió por su riguroso control de calidad y supervisión. Durante el año escolar, el INABIE realizó 33,514 supervisiones a los servicios de entrega del PAE en los centros educativos, así como 5,619 inspecciones a cocinas, panaderías, almacenes y procesadoras de leche. Además, se tomaron 1,028 muestras aleatorias del alimento escolar, las cuales fueron analizadas en laboratorios especializados como el Instituto de Innovación en Biotecnología e Industria (IIBI) y el Laboratorio de Evaluación de Alimentos de DIGEMAPS.
Apoyo adicional: Útiles y uniformes de calidad
El INABIE destacó también la distribución oportuna de kits de utilería y uniformes a alrededor de dos millones de beneficiarios, previo al inicio del año escolar en agosto de 2024. Estos materiales, confeccionados con óptima calidad para asegurar su durabilidad, fueron un aporte fundamental para que las familias pudieran enviar a sus hijos a las escuelas, y su impacto fue reconocido por el informe 2024 de la Iniciativa Dominicana por una Educación de Calidad (IDEC) como un incentivo importante para la asistencia a clases.