SANTO DOMINGO, RD. – Desde su gestión como Presidente de la República (2000-2004), Hipólito Mejía ha mantenido una característica distintiva: sus declaraciones directas y a menudo «peculiares» sobre diversos temas. Sin embargo, en las últimas semanas, estas opiniones han llevado al exmandatario a discrepar abiertamente con las posiciones y políticas dictadas por el Gobierno encabezado por Luis Abinader y el Partido Revolucionario Moderno (PRM), agrupación de la cual forma parte.

Puntos de fricción: Tránsito, agricultura y migración

La más reciente de estas divergencias se manifestó cuando el expresidente no se mostró optimista con el nuevo plan del Poder Ejecutivo para mejorar el tránsito en el Gran Santo Domingo y aliviar los entaponamientos. Este plan, presentado por el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) el pasado lunes, incluye la coordinación semafórica, regulación de estacionamientos, restricción de giros a la izquierda y cambio de horario en instituciones públicas.

Mejía expresó su escepticismo, argumentando que estas estrategias no evitarán la adquisición de más vehículos y la consecuente congestión. “Yo no veo solución para el transporte, los dealers están llenos de carros en el país. Estoy pesimista con lo que puede pasar, ya es lamentable”, afirmó. Asimismo, señaló el «descontrol» de los motoristas como un factor adicional de preocupación, lamentando que «se mueren ocho motoristas diarios en este país».

Tan solo una semana antes, Mejía había criticado duramente el abandono del sistema de riego y el estado crítico de la infraestructura hidráulica en Dajabón, durante un encuentro con agricultores y empresarios arroceros. «Eso no puede ser. En nuestro gobierno, cada cuatro meses se daba mantenimiento al sistema de riego. Hoy, esos canales están en total abandono», expresó, responsabilizando directamente al director del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi), Olmedo Caba, a quien pidió que fuera destituido. «¡Hay que botar al director del Indrhi!», exclamó.

En el ámbito migratorio, las posiciones también son divergentes. Mientras el Gobierno ha indicado que no se plantea un plan de regularización para la mano de obra haitiana (aunque la posibilidad será debatida en el Consejo Económico y Social – CES), Hipólito Mejía ha señalado su favorabilidad a dicha implementación. El expresidente sostiene que la mano de obra haitiana es «necesaria», particularmente en sectores como la agricultura y la construcción.

Precampaña presidencial y apoyo a Carolina Mejía

Otro tema donde las líneas del partido oficialista y el exmandatario se han cruzado es en el marco de las múltiples aspiraciones presidenciales dentro del PRM, tras el anuncio de Luis Abinader de no ir por un tercer periodo. Abinader, durante «La Semanal» hace unas semanas, manifestó la necesidad de un protocolo para que los aspirantes respeten las leyes electorales (que fijan la precampaña en junio de 2027) y los estatutos del partido.

Sin embargo, Mejía desestimó estas preocupaciones con un «“¿Qué importa? ¿El presidente no lo autorizó?”», sugiriendo que el anuncio temprano de Abinader de no reelegirse tácitamente autorizó el inicio de la precampaña. Cabe destacar que el exmandatario ha sido el principal vocero de las aspiraciones de su hija, Carolina Mejía, quien es una de los ocho aspirantes a la candidatura presidencial por el PRM.

Las declaraciones de Hipólito Mejía continúan marcando un contrapunto dentro del propio partido de gobierno, reflejando debates internos y generando atención pública sobre temas clave de la agenda nacional.