En octubre de 2024, el presidente Luis Abinader, anunció un ambicioso plan para deportar hasta 10,000 migrantes ilegales por semana, con el objetivo de reducir significativamente la población migrante en el país. Sin embargo, según datos recientes, la meta no se ha cumplido.
La Dirección General de Migración (DGM) reportó la deportación de 142,000 personas entre octubre de 2024 y febrero de 2025, lo que equivale a un promedio de 7,500 deportaciones semanales, una cifra que, si bien es considerable, queda por debajo del objetivo establecido.
Factores que obstaculizaron el plan
Recursos limitados:
La DGM ha enfrentado dificultades logísticas, incluyendo una insuficiente asignación de recursos humanos y materiales, lo que ha ralentizado las deportaciones.Preocupaciones humanitarias:
Organizaciones internacionales han denunciado abusos y violaciones de derechos humanos durante las deportaciones. Según informes de AP News, se han documentado casos de trato inhumano y falta de garantías para los migrantes.Reacciones internacionales:
Entidades como Amnistía Internacional han criticado duramente la medida, advirtiendo sobre el impacto humanitario que esta política podría tener, especialmente en el contexto de la crisis que enfrenta Haití.
Un logro agridulce
A pesar de las dificultades, 142,000 personas han sido repatriadas en poco más de cuatro meses, lo que refleja el compromiso del gobierno con su política migratoria, aunque la cifra se mantenga por debajo de las expectativas oficiales.