TURQUÍA. – Una estructura con forma de barco ubicada en la región de Durupinar, a unos 30 kilómetros del monte Ararat, ha vuelto a despertar el debate sobre la posible ubicación del Arca de Noé, una de las historias más emblemáticas del Antiguo Testamento.

La formación, que mide 168 metros de largo —muy similar a las dimensiones descritas en el libro del Génesis (300 codos, unos 157 metros)—, está siendo objeto de análisis por parte de un equipo internacional de científicos. A pesar del renovado interés, los expertos subrayan que no se ha encontrado evidencia concluyente que permita identificar el lugar como un hallazgo arqueológico de carácter bíblico.

Los estudios, realizados por investigadores de la Universidad Técnica de Estambul, la Universidad Agri Ibrahim Cecen (Turquía) y la Universidad Andrews (EE. UU.), revelaron la presencia de materiales arcillosos, sedimentos marinos y restos óseos de especies acuáticas, lo que sugiere que la región pudo haber estado cubierta de agua hace aproximadamente cinco mil años, en pleno período Calcolítico.

A pesar de su silueta simétrica y su intrigante tamaño, los científicos explican que la estructura está compuesta mayormente de limonita, un mineral de hierro, y podría ser resultado de procesos geológicos naturales como la erosión.

“Esta región albergó vida y en algún momento estuvo bajo agua, lo que refuerza la posibilidad de un evento hídrico de gran magnitud”, señala el informe citado por el medio argentino La Nación.

No obstante, los investigadores aclaran que no se han encontrado restos de madera fosilizada ni objetos artificiales, elementos claves para vincular el lugar con una construcción humana como el Arca.

El relato del Arca de Noé, presente en la tradición judeocristiana, narra cómo Noé construyó un gran barco por mandato divino para salvar a su familia y a una pareja de cada especie animal de un diluvio global.

Por ahora, la formación de Durupinar seguirá siendo una fascinante coincidencia geológica, atrayendo tanto a creyentes como a científicos, mientras la búsqueda de evidencias continúa.