Santo Domingo. – En un ambiente cargado de amor, gratitud y profundo pesar, familiares, amigos cercanos y miles de admiradores dieron este jueves el último adiós al legendario merenguero Rubby Pérez, quien falleció en la tragedia ocurrida en la discoteca Jet Set, donde colapsó el techo durante su presentación.
Sus restos fueron sepultados en el parque cementerio Puerta del Cielo, en una ceremonia íntima pero cargada de simbolismo y emoción, acompañada de música, oraciones y muestras de cariño popular.
“Había muchos planes…”
Micaías Pérez, hermano del artista, tomó la palabra frente al féretro para expresar el inmenso dolor de la familia ante una partida inesperada.
“Este es un momento para el cual no estábamos preparados. Había muchos planes… demasiados planes. Pero siempre decimos que Dios tiene el control y el dominio de todas las cosas”, expresó con voz quebrada.
El músico era conocido como «Robertico» entre sus seres queridos, y según Micaías, su legado va más allá de la música:
“Tenía un corazón grandísimo, era muy social, se preocupaba por los demás. Era un músico excepcional. No hay uno de la familia que no se sepa todo lo que él cantaba.”
El homenaje de una hija
Con lágrimas y firmeza, su hija Zulinka Pérez agradeció al pueblo dominicano por el cariño hacia su padre.
“Gracias por amar tanto a mi papá. Fue un hombre luchador, nunca descansaba. Amó a cada uno de sus hijos, a sus hermanos… no pensaba en quitarse el pan de la boca para dárselo a ellos.”
Durante las honras fúnebres, una sobrina del artista interpretó una alabanza en su honor, mientras que los merengueros Silvio Mora, Krisspy y Kaki Vargas entonaron “Volveré”, uno de los temas más icónicos de Rubby, en un momento cargado de sentimiento.
La oración final fue dirigida por su hermana Lidia Esther Pérez, quien pidió por su descanso eterno.
“Rubby parte de esta vida terrenal, pero vivirá siempre en el corazón de su familia y del pueblo dominicano.”
Una despedida del pueblo
El trayecto hacia el cementerio, a lo largo de la autopista Duarte, se convirtió en un homenaje espontáneo. Personas salieron de sus casas con pancartas, flores y mensajes de despedida, entre ellos: “Rubby, te amo. Estás en el cielo”.
Al momento de descender el ataúd, los familiares colocaron flores blancas como símbolo de pureza y despedida.