El sueño no solo recarga nuestra energía, sino que también impacta directamente en nuestra salud física y mental. Sin embargo, ¿sabías que la posición en la que duermes puede marcar una gran diferencia? La ciencia ha investigado a fondo este tema y aquí te contamos cuál es la mejor postura para descansar de manera saludable.
Dormir del lado izquierdo: beneficios clave
Numerosos estudios respaldan que dormir sobre el lado izquierdo ofrece múltiples beneficios para el cuerpo. Uno de los principales es que favorece el drenaje linfático, un sistema encargado de eliminar toxinas y desechos, incluyendo los beta-amiloides, sustancias relacionadas con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Además, esta posición facilita un mejor flujo sanguíneo. Debido a la anatomía del corazón y la aorta, dormir del lado izquierdo evita presión innecesaria sobre estos órganos y mejora el retorno venoso, lo que es especialmente útil para personas con problemas circulatorios.
Si sufres de reflujo gástrico o problemas digestivos, esta postura puede ser la más recomendable. Dormir del lado izquierdo ayuda a que los ácidos gástricos permanezcan en el estómago y no regresen al esófago, reduciendo el ardor y la acidez. También es una opción ideal para mujeres embarazadas, ya que disminuye la presión sobre la vena cava, facilitando una mejor circulación sanguínea para la madre y el bebé.
Dormir del lado derecho: ¿es una mala elección?
Muchas personas encuentran más cómoda esta postura y, aunque no tiene tantos beneficios como dormir del lado izquierdo, tampoco es una opción completamente negativa. Algunos estudios sugieren que dormir sobre el lado derecho puede optimizar el sistema glinfático, el cual ayuda a eliminar toxinas cerebrales y podría reducir el riesgo de enfermedades como la demencia.
Sin embargo, esta posición no es ideal para quienes padecen reflujo gástrico, ya que favorece el ascenso de los ácidos estomacales al esófago, generando molestias nocturnas. Además, algunas investigaciones han señalado que dormir sobre el lado derecho podría ejercer cierta presión sobre el corazón, aunque esto varía según la condición de cada persona.
Otras posiciones: boca arriba y boca abajo
Si bien dormir de lado suele ser la opción más recomendada, otras posturas también tienen sus implicaciones:
Dormir boca arriba: Mantiene la columna alineada, pero puede aumentar los ronquidos y la apnea del sueño debido a la obstrucción de las vías respiratorias.
Dormir boca abajo: Generalmente desaconsejada, ya que ejerce una presión excesiva sobre el cuello y la espalda, pudiendo causar molestias musculares.
¿Cuál es la mejor posición para dormir?
No hay una única respuesta, ya que la mejor posición depende de la salud y comodidad de cada persona. Si padeces reflujo o problemas circulatorios, el lado izquierdo será tu mejor opción. Si tienes una afección cardíaca, es recomendable consultar con un especialista antes de elegir un lado específico.
Escuchar a tu cuerpo es clave. Si despiertas con dolores o molestias, es momento de ajustar tu postura. También puedes usar almohadas ergonómicas o colocar una entre las piernas para mejorar la alineación de la columna mientras duermes de lado.
Dormir bien es una inversión en tu bienestar. Encuentra la postura que mejor se adapte a ti y transforma tus noches en un verdadero descanso reparador. ¡Tu cuerpo te lo agradecerá!