SANTO DOMINGO, RD.– La reciente decisión del Parlamento de Irán de cerrar el Estrecho de Ormuz, en respuesta al bombardeo estadounidense, no solo anticipa un alza en el precio internacional del petróleo crudo, sino que, según economistas locales, generará un impacto negativo directo en la República Dominicana. Se prevén mayores costos en el subsidio del Gobierno a los combustibles, un incremento en los pasajes aéreos y un significativo encarecimiento de los fletes marítimos.
Este recrudecimiento del conflicto geopolítico se ha convertido en una seria amenaza para la economía mundial, aún altamente dependiente del petróleo y sus derivados. La entrada de Estados Unidos con armamento moderno, aunque sin la implicación directa de Rusia y China, ha provocado la respuesta de Irán con la aprobación parlamentaria del cierre del estratégico estrecho de Ormuz, pendiente aún del Consejo de Seguridad.
Impacto global y local del cierre de Ormuz
El economista y analista Henri Hebrard recordó que por el Estrecho de Ormuz transita más del 20% del petróleo mundial, lo que anticipa un enorme incremento de los precios del crudo y sus derivados. «Estimaciones preliminares de los expertos de Goldman Sachs hablan de cotizaciones que bien pudiesen superar los US$90/barril a principio de semana, unos US$16 por encima del promedio de la semana pasada», afirmó Hebrard.
Ante este panorama, Hebrard sugiere a las autoridades dominicanas elaborar un sólido plan de contingencia para preparar a la población.
Los economistas Luis Vargas y Antonio Ciriaco Cruz también se pronunciaron sobre el tema, coincidiendo en la gravedad de la situación. Vargas, en un escenario más extremo, incluso proyectó que si la crisis se prolonga, el precio del barril podría alcanzar hasta los US$300.
Consecuencias directas para la economía dominicana
La República Dominicana, un país que depende casi totalmente de la importación de hidrocarburos, sentirá el impacto de diversas maneras:
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Factura petrolera: En 2024, el país importó combustibles por un valor de US$4,733.91 millones (equivalente a 74.48 millones de barriles). Hebrard explicó que, proyectando un volumen similar para 2025 (76 millones de barriles), cada dólar de aumento en la cotización del petróleo incrementa la factura petrolera dominicana en US$76 millones. Esto obligaría a modificar el presupuesto y el mecanismo de subsidios. Aunque el presupuesto 2025 se había proyectado con un precio promedio del WTI de US$81.30, revisado luego a la baja a US$61.90, la crisis actual forzará una revisión al alza. De mantenerse el precio en US$90/barril el resto del año, la factura de 2025 podría alcanzar los US$5,049 millones, un 6.6% por encima de 2024. Sin embargo, el impacto más preocupante se vería en 2026, donde la factura podría dispararse a un récord de US$5,852 millones, generando serias interrogantes para el Presupuesto 2026.
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Subsidios a combustibles y electricidad: El impacto más directo en 2025 será fiscal. El subsidio semanal a los combustibles ya se disparó de RD$80.5 millones a RD$214.4 millones esta semana. De confirmarse el alza del petróleo, los subsidios podrían superar los RD$700 a RD$800 millones semanales, una situación fiscalmente insostenible dado que el presupuesto semanal es de RD$192.3 millones y a junio ya se habría consumido el 70% del presupuesto anual. Hebrard sugiere un presupuesto modificado que contemple un nuevo mecanismo de subsidios, priorizando el GLP y el gasoil regular, y poniendo un techo a las gasolinas premium y regular, así como al gasoil premium, para fomentar un consumo responsable.
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Inflación y otros costos: Los economistas prevén presiones inflacionarias indirectas. Los fletes de importación subirán por el incremento del precio del Fuel Oil, elevando los costos de importación. Además, el aumento de los combustibles de aviación incrementaría el costo de los pasajes, lo que podría afectar negativamente la llegada de turistas y frenar el crecimiento del sector.
Antonio Ciriaco Cruz, decano de la Facultad de Economía de la UASD, afirmó que el recrudecimiento del conflicto entre Israel e Irán complicará la economía mundial, proyectando un crecimiento global cercano al 2% y de 1.7% para EE. UU. Para mitigar estos efectos, el Gobierno dominicano deberá destinar más recursos a subsidios de combustibles, transporte y alimentos para contener la escalada de precios. También sugirió expandir los planes de producción de alimentos de ciclo corto para evitar escasez y alzas de precios.