Argentina enfrenta una nueva advertencia ambiental debido a la proliferación de cianobacterias en diversos cuerpos de agua, un fenómeno que ha teñido de verde a los carpinchos y ha encendido las alarmas entre especialistas y autoridades sanitarias.
Estas floraciones, que proliferan en condiciones de calor y contaminación, no solo afectan a la fauna local, sino que también pueden representar un riesgo para la salud humana.
Aunque no todas las cianobacterias son tóxicas, algunas especies producen toxinas capaces de generar afecciones respiratorias, irritación dérmica, problemas gastrointestinales e incluso daños neurológicos.
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Este fenómeno, que ahora impacta a la fauna autóctona argentina, ya ha demostrado su potencial letal en otras partes del mundo: en 2020, la proliferación de estas bacterias fue la causa confirmada de la muerte de 330 elefantes en Botsuana.
Causas y riesgos asociados
La presencia de cianobacterias suele estar vinculada a la contaminación por el vertido de desechos agrícolas ricos en fósforo y nitrógeno, sumada al aumento de las temperaturas y la escasez de lluvias, factores que favorecen la proliferación de estos microorganismos.
“Las floraciones pueden parecer inofensivas, pero si una persona o un animal entra en contacto con agua contaminada, las consecuencias pueden ser graves”, advirtió un especialista en calidad del agua. Por este motivo, las autoridades recomiendan evitar el contacto con aguas que presenten un color verdoso, espuma o mal olor.