ELÍAS PIÑA, REPÚBLICA DOMINICANA. – El urgente llamado del gobierno de Estados Unidos para que sus ciudadanos abandonen Haití “lo antes posible” ha encendido las alarmas en la frontera de Jimaní. A pesar del temor a un posible aumento de la violencia en el país vecino, las autoridades dominicanas no han reforzado la seguridad en la zona.
A pesar de la advertencia emitida por la embajada estadounidense en Puerto Príncipe, en Malpaso, el punto fronterizo, el panorama transcurre con normalidad. Las actividades comerciales y el tránsito en la zona siguen su curso habitual, sin un despliegue especial de vigilancia por parte de las autoridades.
Comerciantes dominicanos demandan refuerzo y plan de contingencia.
Los comerciantes dominicanos que operan en el mercado binacional de Jimaní advierten que cualquier recrudecimiento del conflicto en Haití podría afectar directamente su sustento. Por esta razón, reclaman al gobierno dominicano que refuerce la seguridad en la frontera y establezca un plan de contingencia ante una posible escalada de la crisis haitiana.
Jimaní, a menos de 100 kilómetros de Puerto Príncipe, es uno de los puntos más sensibles de la frontera. En caso de una emergencia mayor, el helipuerto del Puesto Interagencial y el aeropuerto María Montez en Barahona podrían ser utilizados para evacuar a ciudadanos, incluyendo diplomáticos estadounidenses.
Advertencia de EE. UU. y continuo caos en Haití
La embajada estadounidense no ha ofrecido detalles sobre amenazas concretas, pero ha insistido en que sus ciudadanos deben salir de Haití de inmediato. Recomendó el uso de vuelos comerciales desde Cap-Haïtien y Les Cayes, aunque advirtió sobre posibles riesgos durante el trayecto hacia estos aeropuertos.
Mientras Haití sigue inmerso en una espiral de violencia y descontrol, en esta parte de la frontera, donde el comercio es una actividad diaria ininterrumpida, los comerciantes dominicanos exigen una mayor vigilancia y preparación por parte de las autoridades ante la volátil situación.