Incorporar un vaso de agua con sal a la rutina diaria es la última tendencia en bienestar que está ganando popularidad. Aunque suene inusual, esta práctica se basa en la idea de reponer minerales esenciales en el organismo para mejorar funciones clave como la digestión, la hidratación y el equilibrio de electrolitos.
No se trata de agua de mar, sino de una mezcla de agua purificada y sal sin refinar, como la sal rosa del Himalaya o la sal marina de calidad, que contiene minerales esenciales como magnesio, sodio y potasio.
Beneficios potenciales del agua con sal
- Mejora la digestión: estimula la producción de ácido clorhídrico en el estómago, facilitando la descomposición de los alimentos y reduciendo problemas como acidez o hinchazón.
- Hidratación profunda: ayuda a que el cuerpo absorba agua de manera más eficiente, reponiendo electrolitos perdidos por el ejercicio, el calor o incluso la resaca.
- Regula el equilibrio de electrolitos: favorece funciones clave como la contracción muscular, la transmisión nerviosa y el balance del pH.
- Efecto desintoxicante: Apoya la función del hígado y los riñones, facilitando la eliminación de toxinas del cuerpo.
- Beneficios mentales y emocionales: muchas personas reportan sentir más energía y claridad mental, posiblemente debido a un mejor equilibrio mineral en el organismo.
Precauciones y quiénes deben evitarla
A pesar de sus beneficios, un consumo excesivo de sodio puede ser perjudicial, provocando problemas como hipertensión arterial o deshidratación. La clave está en la moderación: un vaso pequeño al día es suficiente.
¿Quiénes deben evitarla?
Personas con hipertensión, enfermedades renales o cardíacas deben consultar a su médico antes de probar esta práctica.
Se recomienda usar sal sin refinar en lugar de sal de mesa procesada, que contiene aditivos y carece de minerales esenciales.
¿Es realmente efectiva?
Si bien existen estudios que respaldan la importancia de los minerales en el cuerpo, la evidencia científica sobre el consumo específico de agua salada es limitada. Sin embargo, cuando se incorpora de manera responsable, puede ser una adición beneficiosa a un estilo de vida saludable.
¿Cómo prepararla?
Si decides probarla, solo debes mezclar ¼ de cucharadita de sal marina de calidad en un vaso de agua purificada y beberla en ayunas para aprovechar al máximo sus beneficios.