En años recientes, Europa y Estados Unidos han estado imponiendo sanciones y sacando nuevas regulaciones vinculadas a software para teléfonos inteligentes, donde los grandes grupos tienen el dominio.
Tokio.- Las autoridades antimonopolio de Japón han abierto una investigación contra la multinacional Google por supuestas presiones a los fabricantes de teléfonos inteligentes para que instalen su motor de búsqueda web como predeterminado.
La decisión de la Comisión de Comercio Justo de Japón se produce después de que las autoridades europeas y estadounidenses hayan endurecido las regulaciones e incluso impuesto multas multimillonarias sobre Google, que ostenta en torno al 90 % de la cuota del mercado mundial de búsquedas de internet.
El organismo japonés trata de determinar si las prácticas del conglomerado estadounidense estarían obstaculizando la competencia en el mercado japonés, donde su cuota de dominio es de más del 70 %.
«Vamos a investigar la condición de los contratos (con los fabricantes) y su influencia en el mercado» local, dijo este lunes un portavoz de la entidad durante una rueda de prensa.
La Comisión ha abierto en el pasado procedimientos similares contra Amazon o Apple.
El caso contra Amazon versó sobre las supuestas presiones que los vendedores minoristas en Japón recibían para favorecer los servicios de comercio electrónico de la firma y a los que también se les obligaba a pagar compensación económica al grupo por los descuentos que aplicaba en su red y la devolución de los excesos de inventario.
La investigación se cerró en septiembre de 2020 después de que las autoridades antimonopolio niponas aceptaran los planes de la filial japonesa de Amazon para mejorar su prácticas comerciales y aceptaran devolver unos 18 millones de dólares por los mencionados cobros.
En lo que respecta a Apple, la Comisión de Comercio Justo de Japón estuvo investigando las supuestas presiones que el gigante tecnológico habría ejercido para restringir la venta de aplicaciones o contenidos digitales en competencia directa con los suyos, pero el caso se cerró en septiembre de 2021 tras una revisión de políticas.
En años recientes, Europa y Estados Unidos han estado imponiendo sanciones y sacando nuevas regulaciones vinculadas a software para teléfonos inteligentes, donde los grandes grupos tienen el dominio.
En 2022 la Unión Europea aprobó la llamada Ley de Mercados Digitales para fortalecer la regulación de las actividades de las grandes empresas tecnológicas con el objetivo de mejorar la competencia, facilitando, entre otros puntos, la entrada de nuevas empresas al mercado y brindando más opciones para los consumidores.
También el año pasado el parlamento estadounidense aprobó una normativa que prohíbe a los gigantes tecnológicos dar ventaja a sus propios productos, al tiempo que facilita a empresas rivales comunicarse con los clientes de sus oponentes y recopilar su información.
Japón, que ejerce este 2023 la presidencia del G7, ha venido poniendo énfasis en la regulación de los entornos digitales y las nuevas tecnologías, y ha organizado el 8 de noviembre un encuentro de los representantes de las autoridades antimonopolio del bloque para abordar la regulación en torno a las grandes tecnológicas.