Nueva York (EFE).- Sam Altman, director ejecutivo y cofundador de OpenAI, confirmó que su empresa no desarrollará “por algún tiempo” GPT-5, el presunto sucesor de su chatbot con inteligencia artificial (IA) GPT-4, después de que un grupo de empresarios del sector tecnológico -entre ellos Elon Musk- solicitaron en una carta de tono apocalíptico que se suspendan durante seis meses los sistemas de IA “más poderosos que GPT-4”
Altman dijo que a la carta “le faltaban la mayoría de los matices técnicos sobre dónde necesitamos la pausa”, durante una conferencia celebrada en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), a la que asistió por videoconferencia.
Asimismo, aseguró que su compañía no está trabajando en el desarrollo de un GPT-5 por lo que la misiva -que ya ha sido firmada por más de 25.000 personas- le pareció un poco “ridícula”.
Aunque coincidió con la idea de que OpenAI tiene que “moverse con precaución”, ya que hay “un rigor cada vez mayor en cuestiones de seguridad” y eso es “realmente importante”.
“También estoy de acuerdo en que, a medida que las capacidades se vuelven más y más serias, el listón de seguridad debe aumentar”, dijo Altman en el evento de la institución.
OpenAI no se detiene
OpenAI creó ChatGPT y luego GPT-4, un chatbot de IA que puede generar respuestas similares a las de un humano en cuestión de segundos, y Microsoft utiliza su tecnología en su chatbot Bing.
No obstante, el hecho de que OpenAI no esté trabajando en GPT-5 no significa que no esté expandiendo las capacidades de GPT-4.
Para los más preocupados por el rápido crecimiento de estas tecnologías con IA, el anuncio de Altman de que OpenAI no está desarrollando GPT-5 no es de consuelo, ya que la empresa está ampliando el potencial de GPT-4 conectándolo a internet, por ejemplo, y, además, podría lanzar un GPT-4.5, como hizo con GPT-3.5.
Asimismo, OpenAI no es la única empresa que está trabajando en este tipo de herramientas.
“La sociedad ha hecho una pausa en otras tecnologías con efectos potencialmente catastróficos en la sociedad. Podemos hacerlo aquí. Disfrutemos de una larga pausa veraniega de la IA y no nos apresuremos a caer sin estar preparados”, pedía a finales de marzo la carta abierta publicada por el organismo sin ánimo de lucro Future of Life Institute.
La carta fue firmada por Musk, el cofundador de Apple Steve Wozniak y los investigadores estadounidenses Yoshua Bengio y Stuart Russel, entre muchos otros.
Musk apuesta por la inteligencia artificial
Hoy mismo se conoció que Musk quiere unirse a la carrera de chatbots con inteligencia artificial (IA) -en la que ya participan entre otros Google, con Bard, y OpenIA y Microsoft, con la última versión de ChatGPT, GPT-4- y lanzar su propia empresa, según el Financial Times (FT).
Esta información se ha filtrado a la prensa tan solo unas semanas después de que el multimillonario participara en una carta de tono apocalíptico que pedía que se suspendan durante seis meses los sistemas de IA “más poderosos que GPT-4”.
Según fuentes anónimas citadas por el FT, el director ejecutivo de Twitter, SpaceX y Tesla ha tenido conversaciones con varios inversores de las dos últimas compañías para que participen en esta nueva empresa.
Para el nuevo proyecto, Musk habría asegurado miles de procesadores GPU de alta potencia del fabricante Nvidia.
Los chips GPU son necesarios para construir un modelo grande de lenguaje (“large language model”, abreviado LLM): sistemas de inteligencia artificial capaces de ingerir enormes cantidades de contenido y producir escritura similar a la humana o imágenes realistas, similar a la tecnología que impulsa ChatGPT.
El amplio recorrido del fundador de Tesla
Musk, que también está a la cabeza de Neuralink, un investigador de neurotecnología, y The Boring Company, una empresa emergente de túneles, ya habría empezado a contratar a ingenieros para trabajar en este proyecto, según la prensa especializada.
Hasta ahora, Musk ha contratado a Igor Babuschkin, un exempleado de DeepMind, y aproximadamente a media docena más de ingenieros.
La nueva empresa de inteligencia artificial está separada de sus otras compañías, aunque podría usar el contenido de Twitter como datos para entrenar su modelo de lenguaje y aprovechar los recursos informáticos de Tesla.
La nueva compañía permitiría a Musk enfrentarse directamente a OpenAI, una compañía especializada en IA de la cual formó parte en el pasado.