El inicio del 2025 estuvo marcado por una alta demanda de atención médica en los hospitales traumatológicos de Santo Domingo, donde se reportó un flujo constante de ambulancias transportando heridos en accidentes de tránsito y víctimas de agresiones.
En el Hospital Traumatológico Dr. Ney Arias Lora, siete ambulancias arribaron desde la madrugada del 1 de enero, según testigos en el lugar. Los pacientes, en su mayoría, presentaban lesiones graves ocasionadas por armas blancas y siniestros viales.
Familiares enfrentan incertidumbre
A las afueras del hospital, familiares de los heridos esperaban noticias entre lágrimas y preocupación. David, uno de los presentes, relató el caso de su hermano Daniel, quien fue apuñalado por su pareja sentimental durante una discusión.
“Él y la mujer estaban peleando, y ella lo apuñaló”, declaró David, visiblemente afectado.
Otro caso destacado es el de Jorge Luis Fabián, quien sufrió un accidente tras ser impactado por un motorista presuntamente alcoholizado mientras se dirigía a su casa luego de un turno laboral en el mismo hospital.
“Él salió de trabajar aquí y se iba a su otra jornada cuando un motorista borracho le dio un tablazo en una pierna”, contó su amigo Nelson.
Emergencias saturadas en el Darío Contreras
El panorama en el Hospital Traumatológico Dr. Darío Contreras fue igualmente alarmante. Ambulancias del Sistema Nacional de Emergencias 9-1-1 llegaban en intervalos cortos con pacientes afectados por choques vehiculares y agresiones.
Víctor Roniel fue una de las víctimas de un accidente de tránsito. Su tía explicó que el joven sufrió fracturas en ambas piernas tras el siniestro ocurrido en la madrugada del miércoles.
“Estamos aquí desde la madrugada, esto toma tiempo”, señaló la familiar.
Silencio médico y alta demanda
Hasta el cierre de esta edición, el personal de salud se ha limitado a ofrecer detalles sobre la cantidad total de heridos recibidos, aunque se presume que los números son elevados debido a la actividad registrada en las últimas horas.
El aumento de emergencias durante las festividades de Año Nuevo vuelve a poner en evidencia la necesidad de reforzar las campañas de prevención de accidentes y violencia, así como de optimizar los servicios de atención en situaciones de alta demanda.