Los accidentes cerebrovasculares (ACV) se han arraigado en los últimos años como la segunda causante de muerte en República Dominicana, así como la primera responsable de discapacidad en adultos.
La doctora Ryna Then, directora del servicio de Ictus y hemorragia cerebral en la Cooper University Hospital en New Jersey, dijo que el desconocimiento y falta de atención inmediata a las señales por parte del paciente o el mismo personal de salud, son algunas de las causas que propician las lamentables estadísticas detrás de las muertes por esta enfermedad.
Agrega que los altos costos de atención hospitalaria rondan los 700,000 pesos,
“Este país es el tercero en toda la Región de Caribe con el mayor número de muertes con ictus isquémico”, señaló Then, citando datos ofrecidos por el presidente de la Sociedad Dominicana de Neurología y Neurocirugía, Cosme Villamán, en los que figura que en el país ocurren 59 ACV cada día.
Según ambos expertos, es necesario prestar más atención y recursos para ese tratamiento, que es más propenso a presentarse en personas que superan los 65 años de edad, no obstante, el índice de ACV a jóvenes y niños es cada vez mayor.
A la semana ocurren 583 accidentes cerebrovasculares, que en un mes resultan en 2333, equiparando en costos de 50 mil pesos por día para el requerido tratamiento de UCI en la fase aguda, que a su vez conlleva un promedio de 10 días de estadía hospitalaria, con una limitada cobertura en seguros médicos privados y públicos.
Según los neurólogos expertos, los hospitales de la red de salud pública nacional no están preparados para responder a las necesidades que puede presentar un paciente de ictus isquémico, o por lo menos no en su fase aguda.
A pesar de que en el país hay por lo menos 10 centros hospitalarios que pudiesen tratar los derrames cerebrales en su punto más crítico, de momento, son solo cuatro clínicas privadas quienes están preparadas y lo hacen.
“Desafortunadamente no tenemos un hospital público designado con este tratamiento, pero nuestro proyecto también consta de llevar dos hospitales en un plan piloto, a nivel públicos, uno en la capital y otro en la Región Norte”, expresó la neurocientífica, Then durante la ponencia del “Simposio Nacional de Ictus Isquémico: Manejo Pre-Hospitalario e Intrahospitalario”,
Corazones del Cibao, Clínica Corominas y Unión Médica del Norte, son los que responden por un ictus agudo en la Región Cibao; mientras en Santo Domingo, únicamente lo hace el Centro de Diagnóstico Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat).
Es la segunda causa de muerte
A propósito de que los ictus y hemorragias cerebrales se han convertido en un problema cada vez más común en la República Dominicana y representan la causa número dos de muerte, indicaron que existen formas de revertir este problema, con la unidad del personal sanitario y la orientación de los pacientes.
“Hay forma de revertir este problema, de mejorarlo, y por eso estamos aquí como científicos expertos, médicos, paramédicos, emergenciologos, neurólogos y todo el personal que interviene en la cadena de supervivencia de ictus, para cambiar el curso natural de esta enfermedad y de esta forma evitar que los pacientes queden totalmente discapacitados o que mueran por esta enfermedad”.
El principal foco, afirmó, es la población, por lo que una de sus estrategias es enseñarles cuáles son los signos y síntomas de esta enfermedad para que los puedan reconocer.
Adiestrar al Servicio 911
Es necesario entrenamiento del equipo del 911 para que cuando ese paciente llame “que se le torció la boca, el brazo lo tiene adormecido o no puede hablar”, sepa reconocer lo que está pasando y luego llevar al enfermo a un centro que pueda administrarle un tratamiento de primera línea.