El agua con gas en sí misma es una bebida completamente segura y no tiene efectos negativos graves para la salud.
El agua con gas, de hecho, puede ser una buena opción para mantenerse hidratado, especialmente si se busca una alternativa más ligera y refrescante a otras bebidas con azúcar añadido.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que algunos tipos de agua con gas pueden contener trazas de compuestos químicos, como el dióxido de carbono, el cloro y el sodio, que pueden ser perjudiciales para la salud en grandes cantidades.
Por lo tanto, es importante elegir una marca de agua con gas que cumpla con los estándares de calidad y seguridad alimentaria.
En resumen, el agua con gas en sí misma es una bebida segura y saludable, pero es importante elegir una marca de calidad para minimizar cualquier posible riesgo para la salud.