Santo Domingo, RD. Las Empresas Distribuidoras de Electricidad (EDEs) enfrentan un creciente déficit financiero provocado por el uso generalizado de paneles solares. Según datos recientes, el déficit anual alcanza ya los US$ 100 millones, marcando un incremento alarmante respecto a los US$ 23 millones registrados en 2019. Este problema está asociado principalmente al modelo tarifario actual y al régimen de medición neta que beneficia a los usuarios de generación distribuida.
En un informe de 2019 presentado en el marco del proyecto de Transición Energética liderado por la GIZ, EDESUR advirtió sobre las inequidades del sistema tarifario relacionado con la generación distribuida. En ese momento, las pérdidas eran manejables, pero el impacto financiero ha escalado dramáticamente, multiplicándose por más de cuatro en los últimos cinco años. Actualmente, la distribución de costos sigue siendo insostenible, afectando la estabilidad de las distribuidoras.
Factores que generan el déficit
El modelo tarifario vigente permite que los usuarios con paneles solares sean compensados por la energía que inyectan a la red al mismo precio que pagan por la energía que consumen. Sin embargo, este esquema no considera los costos operativos, de mantenimiento ni de respaldo que las distribuidoras deben asumir, incluyendo:
- Garantía de suministro: Las EDEs deben proporcionar energía de respaldo en horarios nocturnos o días nublados, cuando los paneles solares no producen suficiente energía.
- Costos fijos: Infraestructura como líneas de transmisión, transformadores y sistemas de distribución continúan siendo necesarios, aunque los ingresos de los usuarios con generación propia disminuyen.
- Desbalance tarifario: Los usuarios sin paneles solares asumen una mayor carga de costos al no haber una distribución equitativa.
Crecimiento del mercado fotovoltaico
El uso de paneles solares ha crecido exponencialmente en los últimos años. Entre 2018 y 2022:
El número de clientes con generación distribuida, mayormente fotovoltaica, aumentó en 8,800 usuarios, con un promedio de 1,800 nuevos usuarios por año.
Se instalaron 224 MW de capacidad solar, representando el 70% de la capacidad instalada actual, con una tasa de crecimiento anual promedio del 40%.
Propuestas para mitigar el problema
El presidente ejecutivo del Consejo Unificado de las Empresas Distribuidoras de Electricidad (CUED) y vicepresidente ejecutivo de la planta de generación Punta Catalina, Celso Marranzini, ha defendido la necesidad de ajustar el esquema tarifario. Entre las medidas sugeridas está:
Reducir en un 20% el precio al que las distribuidoras compran la energía inyectada por los usuarios de paneles solares, para reflejar los costos reales de generación.
Estas modificaciones buscan garantizar una distribución más justa de los costos y reducir el impacto financiero sobre las EDEs, promoviendo al mismo tiempo la sostenibilidad del sistema eléctrico.
Aunque la generación distribuida es clave para avanzar hacia un modelo de energías renovables, también plantea retos significativos para las distribuidoras. El sistema actual, al no incorporar adecuadamente los costos de respaldo y operativos, amenaza la sostenibilidad financiera del sector eléctrico.
La revisión del esquema tarifario es esencial para equilibrar los beneficios de la transición energética con la necesidad de mantener una red eléctrica robusta y sostenible para todos los usuarios.