Entre los hallazgos más relevantes, destaca un busto de mármol que podría representar a la reina Cleopatra VII, aunque la identidad exacta genera debate entre los arqueólogos debido a las diferencias en los rasgos faciales.
Además, se hallaron 337 monedas con la imagen de Cleopatra VII, un busto de piedra caliza de un rey con el tocado ceremonial de los faraones, vajillas de cerámica, lámparas de aceite, estatuillas de bronce y un anillo de bronce dedicado a la diosa Hathor.
Los investigadores también desenterraron un depósito de fundación bajo el muro sur del templo que contiene objetos ceremoniales, junto con una gran tumba de 20 cámaras y otra bajo el antiguo faro de Taposiris Magna, donde se encontraron nueve estatuas de mármol de medio cuerpo.
En las partes sumergidas del templo, las excavaciones submarinas lideradas por Martínez y el Dr. Robert Ballard revelaron esqueletos humanos, una colección de cerámica y estructuras que datan del siglo I a.C., destacando la conexión entre la región y la civilización ptolemaica.
La arqueóloga dominicana Kathleen Martínez, egresada de Derecho de la UNPHU, lleva desde 2005 encabezando la búsqueda de la tumba de Cleopatra VII. Con esta reciente investigación, ha reafirmado su liderazgo en el campo de la arqueología, posicionando a la comunidad académica dominicana en la vanguardia de las investigaciones internacionales.
Los artefactos y estructuras descubiertos refuerzan la relevancia cultural de Taposiris Magna, un lugar que sigue revelando pistas sobre el legado de Cleopatra VII y la dinastía ptolemaica.