Distrito Nacional.- Una mujer a la que Karla María Moya Boada le realizó una liposucción en espaldas, brazos y abdomen completo, en abril de 2023, que provocó que estuviera tres días en Cuidados Intensivos, a punto de morir, reaccionó indignada ante la absolución de la supuesta cirujana plástica venezolana acusada de ejercer la medicina de forma ilegal en el país, dispuesta hoy por el Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional.
“El sistema aquí no defiende a nadie, porque ella venir y decir que ella era encargada del centro, donde ella fue exactamente la que me hizo el proceso a mí y a más personas. ¿Que no hay pruebas? Si las hay. Lo que pasa es que el dinero puede más. Pude haber muerto y eso no bastó. La absuelven de todo, como una víctima. O sea, la víctima es ella”, lamentó la joven madre que prefiere mantener oculta su identidad por temor a represalias.
En julio de 2023, esta paciente había narrado su desgarrador testimonio en el programa N Investiga, sobre el procedimiento realizado por Karla María Moya Boada, que estaba previsto a durar de 45 minutos a una hora y se terminó extendiendo por casi 5 horas, lo que le produjo una considerable pérdida de sangre. Inmediatamente, la supuesta cirujana plástica le colocó la faja y le dio el alta. Al llegar a su casa, su estado de salud se agravó, al presentar síntomas como pérdida de movilidad en las manos, calambres en el rostro y pérdida del habla.
Detalló que, ante ese cuadro médico, permaneció tres días en cuidados intensivos en un centro de salud, entre la vida y la muerte, ya que el perder aproximadamente unos dos galones de sangre y grasa en tan poco tiempo, provocó que se le formaron coágulos en la cabeza y un inicio de un accidente cerebrovascular.
“Mi vida se vio en riesgo totalmente. Estuve a punto de perder la vida y al yo ver esa noticia así me chocó tanto, me indignó el sistema en el cual nosotros vivimos. ¿Quién nos defiende? ¿En qué país vivimos?”, se cuestionó. Agregó que además del impacto emocional, todavía permanecen en su cuerpo las enormes cicatrices del tortuoso proceso.
El tribunal presidido por Gissell Méndez, Tania Yunes y Jissell Naranjo, declaró la absolución de Karla Moya Boada por considerar que el Ministerio Público no aportó pruebas suficientes para condenarla a 10 años de prisión.
A principios del mes de junio, el Ministerio de Salud Pública apoderó al Ministerio Público de una querella contra la venezolana, por ejercicio ilegal de la medicina, luego de un reportaje presentado por el programa N Investiga, donde se evidencia que no tiene homologados títulos de cirujana plástica en el país ni poseía exequatur.
El programa de investigación periodística también confirmó con el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología que los supuestos títulos de medicina y cirugía plástica que exhibía en su oficina no habían sido legalizados, debido a e reiteradas ocasiones le solicitaron que llevara los documentos originales y entregaba copias de dudosa autenticidad, cuyos sellos no eran legibles.
Los inspectores de la Dirección de Habilitación de Salud Pública también procedieron al cierre del “Ki Centro Médico Integral del Caribe”, por violación a la Ley General de Salud 42-01, ya que estaba operando sin estar habilitado.