Azua, RD – Luis Miguel Vargas ha decidido llevar a la justicia el caso contra su expareja, Yeral Matos, a quien acusa de vender a sus mellizos recién nacidos. Vargas afirma tener pruebas suficientes que demuestran la negociación en torno a la supuesta venta de los niños.
Yeral Matos niega rotundamente las acusaciones. En una reciente declaración, Matos reveló que fingió continuar con el embarazo tras haber sufrido un aborto, con la esperanza de retener su relación con Vargas. Sin embargo, Vargas sostiene que Matos sí estuvo embarazada y que no hubo ningún aborto.
Vargas ha hecho un llamado al presidente de la República para que se involucre en el caso, subrayando la importancia de esclarecer la verdad sobre el destino de los niños. Insiste en que sus hijos nacieron y exige justicia para ellos.
Este caso ha captado la atención pública, generando un debate sobre la veracidad de las acusaciones y la situación de los menores presuntamente involucrados. La comunidad espera ansiosamente una resolución que aclare los hechos y haga justicia en este delicado asunto.
Sobre lo ocurrido con los mellizos, Vargas relató que Matos le informó que daría a luz en una clínica de Santo Domingo debido a un supuesto problema cardíaco, pero luego descubrió que ella no tenía dicha condición. También mencionó que Mileidys Soriano, una enfermera que acompañaba a Matos, inicialmente le dijo que los niños habían nacido muertos, pero poco después le envió un video que mostraba que los gemelos estaban vivos. Según Vargas, fue la doctora Soriano quien le confesó que los niños habían sido vendidos por dos millones de pesos.
Desesperado, Vargas buscó ayuda de la Policía y la Fiscalía, pero afirmó no haber recibido respuesta, por lo que decidió acudir a los medios de comunicación. Además, mencionó que Matos inventó varios secuestros para no revelar el paradero de los niños y que, durante una visita al hospital Padre Billini, un doctor le confirmó que allí no se realizaban cesáreas desde hace 40 años. Vargas responsabiliza a su expareja Yeral Matos, a la enfermera Mileidys Soriano y a la doctora Teresa Soriano por la desaparición de sus hijos.