Santo Domingo, RD.-En el marco de la Operación Nido, el Ministerio Público ha desentrañado un oscuro historial delictivo que rodea al pseudo arquitecto Emmanuel Rivera, cuyas acciones se remontan al año 2008. Rivera ha estado vinculado a prácticas cuestionables, específicamente en el ámbito de contratos de compra y venta de inmuebles, revelando una compleja red de transacciones financieras.
Lo más sorprendente es la estrategia adoptada por Emmanuel Rivera para sortear problemas legales anteriores. Ante el obstáculo impuesto por un procesamiento previo por el delito de estafa en 2008, el arquitecto optó por canalizar los pagos de sus contratos a la cuenta bancaria de la empresa CRD Equipos Pesados S.R.L. Esta entidad, curiosamente registrada a nombre de su esposa, Escarlet Mercedes Cruz Figueroa, y su hijo, Emmanuel Eduardo Rivera Pichardo, se ha convertido en el epicentro de una intrincada red de operaciones financieras.
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El Ministerio Público ha señalado que Emmanuel Rivera utilizó a su propio hijo como intermediario, encargándole la tarea de captar fondos de los clientes de la Inmobiliaria & Diseños Arquitectónicos (IndisArq) mediante la empresa CRD Equipos Pesados. Esta táctica, según las investigaciones, surge como respuesta a las dificultades que enfrentaba Rivera para acceder al sector financiero, cerrándose las puertas debido a sus antecedentes penales.
En un giro sorprendente, el expediente también revela que Escarlet Mercedes Cruz Figueroa, la esposa de Emmanuel Rivera, es propietaria de CRD Equipos Pesados. Además, se indica que Rivera Ledesma transfirió la titularidad de la compañía a su esposa e hijo, estableciendo una conexión directa entre esta empresa y la inmobiliaria IndisArq al compartir el mismo domicilio.
Estos hallazgos arrojan luz sobre la compleja red de relaciones y maniobras financieras utilizadas por Emmanuel Rivera y sus asociados. El Ministerio Público continuará con la investigación para desentrañar por completo las conexiones y esquemas utilizados en este entramado delictivo.