José Ignacio Encarnación, padre de una de las niñas inscritas en el centro Kogland, propiedad de Elizabeth Silverio, calificó como un “crímen de lesa humanidad”, las acciones de la supuesta eminencia en neurociencias tras proceder a depositar formal querella en su contra.
Encarnación sostuvo que alrededor de cien mil pesos al año invirtió en el centro de Elizabeth Silverio, por lo que no pide a la justicia cárcel para ella, sino que se le embarguen los bienes, y lo que se pueda probar que sacó con el dinero de los padres de ambas instituciones.
Asimismo, el padre exigió que se le devuelva el 30% de lo invertido a la madre, puntualizando que no acudió a presentar querella sólo por su hija, la cuál tiene 12 años y padece la condición de autismo, sino también por la madre, “que es quien lleva la carga”.
Indicó que su hija previamente estuvo en el centro Cogniland, el cual estaba bajo la dirección de Silverio, por lo cual entiende que también debe ser citado.