El presidente Luis Abinader notificó el pasado 27 de febrero que se trabaja para encontrar una solución anticipada al impacto económico que tendría la desgravación arancelaria total que se aproxima para el arroz importado desde Estados Unidos, a partir del 2025. Pero la gestión no parece tan fácil.
Ya el Gobierno estadounidense le ha hecho saber al país que “no apoya la reapertura o renegociación del compromiso de acceso al mercado” bajo el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (DR-Cafta, por sus siglas en inglés).
Centroamérica y Estados Unidos negociaron un tratado de libre comercio entre enero de 2003 y enero de 2004. A este, República Dominicana se adhirió más tarde en 2004 y entró en vigencia en el país el 1 de marzo de 2007.
El acuerdo incluye un calendario de desgravación (eliminación progresiva de los aranceles aduaneros) que incluye el arroz importado desde Estados Unidos.
Conforme a dicho cronograma, a partir del 2025, este cereal entraría al mercado dominicano con cero arancel. Por lo tanto, productores temen que se venda más barato que el cultivado en los campos quisqueyanos y le quiten su mercado cuando el país es considerado autosuficiente en este rubro.
Actualmente, la tasa arancelaria está en 23.76 % y en 2024 bajará a 11.88 %.
Deben aprobarlo todos
“Si bien las listas arancelarias del DR-Cafta y algunos otros anexos de acceso al mercado pueden reflejar las obligaciones de cada país, dichos compromisos se contraen entre todas las Partes. Cualquier modificación a la eliminación gradual de los contingentes arancelarios implicaría un cambio en el Acuerdo y requeriría la aprobación de todas las Partes del DR-Cafta”, le respondió el embajador Jayme White, representante comercial adjunto de los Estados Unidos, a la embajadora dominicana en Washington, Sonia Guzmán, en una carta fechada 7 de octubre de 2022.
“Como se señaló en ocasiones anteriores, Estados Unidos no apoya la reapertura o renegociación de los compromisos de acceso al mercado bajo el DR-Cafta”.
La nación norteamericana sí está dispuesta a continuar la discusión sobre avances en tecnología, prácticas y productividad en el sector arrocero dominicano, y brindar asistencia técnica.
La misiva
La respuesta del funcionario del quinto mayor exportador de arroz del mundo se produjo a raíz de una misiva del 17 de agosto del 2022 en la que Guzmán -según indica la carta- transmitía las preocupaciones planteadas por la industria arrocera dominicana en relación con el acuerdo.
Ante el panorama, Diario Libre ha tenido conocimiento de que el país se encaminaría a solicitar una asesoría técnica del Centro de Asesoramiento en Derecho de la Organización Mundial del Comercio.
Diario Libre trató de entrevistar a la embajadora, pero no se logró. Guzmán fue también la jefa negociadora para República Dominicana cuando el país buscaba adherirse al tratado.
na comisión interministerial de Industria, Relaciones Exteriores y Agriculturas está comisionada para ejecutar las medidas necesarias para salvaguardar y proteger a los productores de arroz, indicó el presidente Abinader.
Los productores dominicanos entienden que desde un principio el arroz no debió ser aceptado dentro del DR-Cafta por ser un producto sensitivo a nivel socioeconómico.
¿De cuánto es la producción arrocera dominicana?
Cifras del Ministerio de Agricultura
Se produjeron en el 2021, siendo la producción más alta reportada por Agricultura en una base de datos que la compila desde 2002.
Fue la producción en 2004, cuando el país se adhirió al DR-Cafta.
2025: ¿cómo será?
Si en 2025 el arroz importado desde Estados Unidos no paga arancel, las empresas que lo producen -que además cuentan con subsidios estatales- podrán vender el cereal inicialmente más barato que el dominicano, afectando a los agricultores locales.
Este es el panorama que profetiza desde hace años el sector arrocero, cuyos portavoces han insistido en que se negocie la desgravación total venidera.
El precio promedio de la libra del arroz selecto está entre 28 y 30 pesos. Los productores temen que se introduzca en 2025 arroz estadounidense a 22 pesos, por ejemplo, y les sea una competencia.
“Una vez ellos ponen un precio barato de importación, cuando destruyen la competencia local, ¿qué ocurre? Los precios vuelven hacia arriba. ¿A qué nivel? Al que les dé la gana, porque ya no hay competencia local”, dice Heraldo Suero, vicepresidente ejecutivo de la Unión Arrocera Dominicana.
“¿Qué pasaría en una provincia sin arroz? Delincuencia y migración a la ciudad, es natural”, advierte.
El propio presidente Abinader informó en su último discurso de rendición de cuentas a la nación que de los ingresos del arroz dependen más de 90,000 empleos directos, 320,000 indirectos y 300 factorías.
Además, que la actividad económica que genera su cultivo supone más de 45,000 millones de pesos, “cuya inestabilidad crearía una verdadera crisis social” que el gobierno “no permitirá”.
“Ahora mismo estamos, yo diría, con el nerviosismo y con el temor real de que esta sería la penúltima cosecha de arroz (la de marzo-abril)”, dice Suero. La advertencia la hace al referirse a la época del año en que se colecta más del cereal.
“Porque ya el año que viene, en 2024, sería la última, y porque en el 2025, lo que sucederá es que súbitamente, por el desmonte aranceralio del DR-Cafta, a partir de enero puede entrar cualquier cantidad de arroz de origen en los Estados Unidos a cero tasa”, precisa.
Estima que la tasa arancelaria del próximo año, de 11.88 %, ya “es negocio” para ese mercado dentro del libre comercio.
En 2021, el sector arrocero dominicano produjo 14,421,519 quintales, siendo la producción más alta reportada por el Ministerio de Agricultura en una base de datos que la compila desde 2002. En 2004, cuando el país se adhirió al DR-Cafta, fue de 8,263,426 quintales.
Suero recuerda que en enero de este 2023, visitaron la República Dominicana líderes del sector arrocero de los Estados Unidos, para una conferencia de planificación de promoción internacional. Esto incrementó los temores de los dominicanos, quienes lo consideran como un aviso de monitoreo comercial.