El expresidente Donald Trump ha reiterado su intención de eliminar la ciudadanía por derecho de nacimiento en caso de ser reelegido, una propuesta que se alinea con su política de endurecer las leyes migratorias en Estados Unidos. Sin embargo, su viabilidad legal y política enfrenta enormes obstáculos.
¿Qué es la ciudadanía por derecho de nacimiento?
Consagrada en la 14ª enmienda de la Constitución desde 1868, esta disposición otorga automáticamente la ciudadanía a todas las personas nacidas en Estados Unidos, sin importar el estatus migratorio de sus padres. Ha sido una herramienta fundamental para la integración social y económica de las familias inmigrantes.
La posición de Trump
En una entrevista reciente, Trump calificó la práctica como «ridícula» y prometió erradicarla mediante una orden ejecutiva, si es necesario. Argumenta que el derecho de nacimiento incentiva el ingreso irregular al país y fomenta el llamado «turismo de nacimiento».
Trump y sus aliados proponen que la ciudadanía automática se limite a los hijos de ciudadanos o residentes legales. Según cifras de 2019 del Migration Policy Institute, esto podría impactar directamente a 5,5 millones de niños nacidos de padres sin autorización migratoria, quienes actualmente son ciudadanos estadounidenses.
Obstáculos legales
Expertos legales sostienen que cualquier cambio requeriría una enmienda constitucional, un proceso largo y complejo. Incluso si Trump emitiera una orden ejecutiva, el caso sería llevado rápidamente a los tribunales, donde probablemente enfrentaría reveses debido al precedente establecido por la Corte Suprema en el caso Wong Kim Ark de 1898.
Además, restringir la ciudadanía por derecho de nacimiento podría crear una población «apátrida» de largo plazo, con serias implicaciones sociales y legales.
Defensores de la restricción argumentan que limitar el derecho de nacimiento reduciría la inmigración irregular y evitaría abusos del sistema. Sin embargo, críticos, como Alex Nowrasteh del Instituto Cato, señalan que eliminar esta política socavaría uno de los pilares de la integración social en Estados Unidos, afectando negativamente a millones de familias.
¿Qué sigue?
Aunque la retórica de Trump sobre el tema es fuerte, muchos analistas consideran que los desafíos legales y políticos harán que esta promesa sea difícil de cumplir. No obstante, sus declaraciones reavivan el debate sobre la inmigración y su impacto en la definición de la ciudadanía en Estados Unidos.
