Las autoridades de Nueva York desmantelaron una red criminal que alcanzó los dos millones de dólares en ventas de mercancía robada en un periodo de dos años, la cual era operada por una pareja dominicana.
Christopher e Yvelisse Guzmán son señalados como los líderes de la red que comercializaba los productos robados de reconocidas tiendas como Sephora y Ulta Beauty en Queens, Maryland y República Dominicana.
También forman parte de la acusación, Rosa Rodríguez Santana, de 59 años y madre de Yvelisse, Johanny Almonte Reyes, de 33 años, y Tiffany León Fuentes, de 29 años.
León Fuentes está acusada de posesión criminal de propiedad robada, cuatro cargos de posesión criminal de propiedad robada, hurto mayor, conspiración en, tres cargos de hurto mayor y hurto menor.
Los acusados deben regresar a la corte el 15 de enero de 2025 y enfrentan de ocho a 25 años de prisión si son declarados culpables del cargo principal.
La investigación fue liderada por la Oficina del Fiscal de Distrito de Queens, en colaboración con la policía de Nueva York y la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional de Nueva York.
Las tiendas Ulta Beauty, Sephora, Macys, American Eagle y Victoria´s Secret ayudaron en la investigación.
Modus Operandi
Las autoridades afirman que los acusados compraron grandes cantidades de cosméticos, productos de belleza, perfumes, ropa de diseñador y accesorios a numerosos grupos de ladrones, quienes los habían robado a tiendas minoristas de toda la costa este de EE.UU.
Además, lo acusan de organizar un robo a gran escala de mercancías directamente de los fabricantes antes de que se distribuyeran a los puntos de venta con la ayuda de camioneros, a quienes desviaban los productos a lugares bajo su control.
Luego, los productos obtenidos se catalogaban y vendían en Nueva York a través de anuncios en línea y la tienda física Yvelisse Fashion, ubicada en Santiago de los Caballeros.
Las pruebas contra los acusado incluyen cuatro barriles cargados con cosméticos y maquillaje con destino a la República Dominicana. Estos «grandes barriles de plástico azul» fueron intervenidos en el puerto Red Hook en Nueva York por la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional del estado: los días 6 y 13 de noviembre.