Nueva York. Jon Jones, uno de los nombres más emblemáticos en la historia de la UFC, no solo defendió con éxito su título de peso pesado en el evento UFC 309, sino que protagonizó un gesto que ha generado un intenso debate en el mundo del deporte. Tras vencer a Stipe Miocic en una actuación contundente, el campeón entregó su cinturón a Donald Trump, ex presidente de los Estados Unidos, quien estuvo presente en la Arena de Nueva York.
El inesperado momento ocurrió minutos después del combate, cuando Jones se acercó a Trump, quien se encontraba cerca del octágono, y le ofreció el cinturón en un gesto de cortesía y admiración. Ambos compartieron un breve intercambio, marcado por un apretón de manos y una celebración conjunta.
Durante su entrevista posterior, Jones no solo agradeció la presencia de Trump, sino que también realizó una imitación del característico baile del exmandatario, provocando aplausos y risas de los asistentes. “Estoy orgulloso de ser un gran campeón estadounidense y cristiano”, declaró Jones, mientras coreaba junto al público: “¡EE. UU., EE. UU., EE. UU.!”.
Deporte y política: un gesto que divide opiniones
El gesto de Jones ha sido recibido con opiniones encontradas. Por un lado, sus seguidores destacan su orgullo nacional y la importancia de compartir momentos con figuras influyentes. Por otro, algunos críticos consideran que mezclar deporte y política puede ser una decisión polarizante, especialmente en un escenario tan mediático como la UFC.
