JERUSALÉN. – El Ministro de Defensa Israelí saliente, Yoav Gallant, se despidió este jueves de su cargo agradeciendo el «extraordinario apoyo» de Estados Unidos en la ofensiva israelí contra Gaza, en una conversación telefónica con su homólogo estadounidense, Lloyd Austin.
«Gracias al secretario Austin y a la Administración de los Estados Unidos por su extraordinario apoyo durante la hora más oscura de Israel», aseguró Gallant en referencia al ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 contra Israel que causó unos 1.200 muertos y 250 heridos y a la ofensiva israelí contra Gaza que ha causado la muerte de 43.469 palestinos y heridas a otros 102.561.
Desde el comienzo de la ofensiva, Estados Unidos, principal socio de Israel, gastó entre 17.900 millones de dólares y 22.000 millones en ayuda militar, según distintas fuentes.
«Expresé mi profundo agradecimiento al Secretario por su colaboración y su profundo compromiso con la cooperación en materia de defensa entre nuestros países y con la seguridad del Estado de Israel», escribió Gallant en su cuenta de X.
Según Gallant, cuya destitución se hace efectiva hoy, los vínculos entre los dos Estados son «fundamentales para la seguridad y la prosperidad del Estado de Israel y del pueblo judío».
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu anunció el cese de Gallant la noche del martes, después de meses de rumores sobre su intención de librarse de uno de los ministros con mayor poder y que más le han llevado la contraria en asuntos como la gestión de la guerra en Gaza, las negociaciones para liberar a los rehenes o la exención militar para los judíos ultraortodoxos.
Gallant, advirtió hoy a los familiares de los rehenes que todavía permanecen en la Franja de Gaza que Netanyahu está manteniendo a las tropas en el enclave sin motivo, según recogieron varios medios israelíes.
El responsable dijo además que el primer ministro es quien tiene la última palabra en las negociaciones para un intercambio de rehenes con Hamás, y que tanto él como los responsables militares ya en julio creían que el momento era óptimo para lograr un acuerdo, según el periódico israelí Haaretz.
Los principales medios israelíes interpretan la decisión de Netanyahu como un intento de afianzar su poder sobre el país, en un momento en que las fuerzas israelíes mantienen dos ofensivas paralelas (en Gaza y Líbano) y la tensión con Irán y sus grupos satélite no hace más que crecer.
FUENTE/ EFE
